(Texto por Francisco Guerra y Cata / Entrevista por Francisco Guerra / Ilustraciones por Balentina Blastoblema).
La distancia se establece de varias formas: pueden ser grandes espacios, tiempos prolongados, e incluso irrupciones que marcan vidas; frente a esto, lo único que queda es tratar de acortar dichas lejanías de alguna forma. Darinka lo ha logrado apoyada en la música, las letras y sonidos de Tenemos Explosivos.
La historia comienza entre uniformes de secundaria y dramas adolescentes. Darinka, en aquel periodo raro y difícil, conocería a la banda que habría de ayudarla a cambiar los días de mierda por noches que la marcarían para siempre. Canciones para nada explícitas, aquel transcurrir deformado entre letras sobre sufrimiento, política y mitología, despertó en ella una paulatina atracción; así, comenzó a entremezclarse con el público en las presentaciones del quinteto, sola casi siempre, pues ningún amigo-cercano conocía todavía a Tenemos y sus explosiones.
Posteriormente a este vínculo que recién surgía, Eduardo Pavez (voz del grupo), partió a tierras europeas dejando en suspenso la posibilidad de tocar. La realidad se tiñó así de una inconstancia y nostalgia que asediaba ante tal lejanía física, haciendo que el anuncio de cualquier concierto significara para Darinka un reencuentro pero quizás, también, una última vez en mucho tiempo.
La fecha del 30 de mayo de 2015 fue especial; concierto que albergaba una nueva partida de Pavez al viejo continente y que concluía la gira de presentación de “La Virgen de los Mataderos”. En este último, Darinka depositó gran parte de sus afectos, refugiándose intensamente, dada la trágica pérdida de su mejor amigo en el concierto de DOOM, durante abril de ese mismo año. “Anoche vi tu rostro como cuando estabas vivo, y te pedí que me mintieras con cariño. Diciendo mi herida sangrará, la muerte es temporal”, eterna frase simbólica que sostiene dicho pesar.
De allí el reloj corrió de nuevo, los kilómetros se extendieron, pero “Victoria” se gestaba al otro lado del mundo, y llegaría pronto para su grabación y la sorpresa de muchos. Darinka no dudó en asistir al que se convertiría también, en uno de los reencuentros más importantes entre ella y la banda. Esto pues en dicha ocasión, fue acompañada de Lucas, amigo de tierras sureñas que por vez primera se dejaba caer en un show del grupo en vivo. Amistad que porta experiencias y emociones parecidas, lazo difícil de desatar.
Poco después en La Batuta, para el lanzamiento de este último disco, Darinka creyó que luego de un día súper ajetreado, a ella y Lucas no les quedarían energías para desgarrar la voz y formar parte de la primera fila. Pero ahí estaban. Ahí estaba ella en una noche larga, donde los temas parecían no acabar y la espera y el alejamiento y los peros diluirse en esa nueva oportunidad. Porque si algo ha fortalecido su relación con Tenemos, es la batalla contra la incertidumbre y la falta, los duelos, las mutaciones, los miedos y dificultades de la vida.
¡Agradecemos a Darinka por compartir su experiencia!
Una respuesta
awante Darinka <3