Querido Diario: Querido Quemasucabeza

Pedropiedra

Algunas de las primeras bandas y solistas nacionales que me gustaron y me hicieron prestar atención a la música chilena, como cuando iba en primero medio, o por ahí, fueron Pedropiedra, Gepe y Ases Falsos. A los últimos ya no los escucho, pero sí recuerdo que disfruté mucho sus canciones por años. Y no los conocí porque me los mostraran o conociera a los Fother Muckers, fue por suerte.

Un día cualquiera, mientras bajaba la ruedita del mouse en Facebook, me salió un post de Quemasucabeza -creo que poco antes les había dado like- donde decía que recién había salido el “Juventud Americana” y estaba para descarga gratuita. Yo, que bajaba todo lo que se me cruzaba por internet, lo descargué y así comenzó mi amor por la banda y por las distintas escenas que compartían con otras agrupaciones.

Después de los Ases llegué a los Fother, Las Chaquetas y, bueno, todo lo del Cristóbal. También a la Javiera Mena y al Gepe cuando, por las recomendaciones de YouTube, vi su documental de cuando eran unos bebés que prometían tantotantotanto. Igual que el Alex, ese que tanto le gusta a Jaque y que le hizo cambiar parte de su corporalidad punk por un poco de pop, y que a mí me encantaba escuchar con sus discos de Teleradio Donoso. O cuando sacó el álbum junto a Daniel (¿cuándo el segundo? ¿a los veinticinco años de QSC?).

De canción en canción y de video en video llegué también a la Fakuta, los Protistas, la Felicia Morales o al Pedropiedra, que fue uno de los más importantes durante mi época en la media. Yo no pasé por Los Tres ni por Los Prisioneros ni Los Bunkers. Con suerte escuchaba el disco de Los Pettinellis que tiene mi papá en la casa o los Chancho En Piedra cuando chico. Yo pasé cagando de 31 Minutos a La Reina Morsa y después a Niños del Cerro. Sí, transité por Linkin Park, Sum 41 o Green Day, pero eso es pa otro día.

Me acuerdo que cuando tenía que hacer trabajos en clase, y si la profe me dejaba, me ponía los audífonos y escuchaba el homónimo de Pedropiedra. Así buscaba sinónimos en el diccionario al ritmo de “Soy El Ring” o le mostraba a los Hermanos Brothers a mi compañero de puesto. Mis amigas me decían que dejara de hacer ruido con los pies, pero no podía tener las canciones del “Audiovisión” retumbando en mis oídos y no tratar de replicar las percusiones con mis manos y mis pies (si cantaba me echaban al tiro de la sala).

Probablemente, Quemasucabeza ha jugado un rol más importante en mi vida del que creía hasta ahora. Y este año cumplen 20 en el negocio. Caleta. Yo cumplí la segunda década de vida en julio. La volaita po.

Si no fuera porque era fan de algunas bandas en el catálogo del sello, no habría seguido páginas como CanchaGeneral, Figura8 o lamejordelasmejores el DiariodeAnaFunk. De no haberlas seguido, y comentado con mi gente cercana, no me habrían invitado a escribir la reseña másfomedelmundo del concierto en homenjae a Cerati o a cubrir el tercer día del MFEST en 2015. Ni siquiera estaría estudiando Periodismo Periodístico o, tal vez, no sentiría la alegría que me genera saltar en una tocata desde que vi por primera vez a los Ases en el Normandie por cinco lucas.

De no ser por la pega de QSC, no conocería a gente tan bacán como la que trabaja acá en el Diario o algunas otras que trabajaron y debieron tomar otro camino. Tampoco conocería las maravillosas obras que han hecho artistas de este último tiempo, como el Francisco Victoria o la Princesa Alba, porque, obvio, sería un perkin del anglo y qué paja ser ese hueón. Además conocí personas que, por otras frecuencias, hacen de esta gran comunidad algo lindo y cada vez más serio, como las jefas en PicnicTV o el equipo de LaRata.

Yo jugaba a la pelota todos los recreos con el Briceño gritándome en los oídos, ahora ni lo pesco. Pero no importa, porque de no haber sido por su paso por el equipo de Quemasucabeza por allá en el Barrio Italia, este cabro cisternino no estaría escribiendo en honor al sello que formó gran parte de su vida o, al menos, la parte que más importa.

Yo creo que, como influyó en mí, QSC debe haber influido de tantas maneras distintas en la vida de un montón de personas que hoy hace arte o trabaja en torno a la música, que si no hubiera nacido el 98, no sé dónde estaríamos. Eso, pa mí, es algo que debe valorarse siempre.

Este 6 de octubre es el cumpleaños de uno de los sellos más importantes en la historia musical de Chile y yo ya toy listo pa darlo todo en este Neutral. Mira acá toda la info del vacile veinteañero que prepara Quemasú.

(Texto por Francisco Guerra Galaz).

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