Mientras esperábamos nuestro ingreso al festival Fauna Otoño 2018, veíamos cómo la fila de entrada general iba aumentando más y más, a la vez que el público pasaba por las vallas papales y la seguridad correspondiente. Repentinamente, el guardia de la entrada grita a viva voz: “Esta cola es solo para entrar al Fauna, el ingreso a la Comic Con es por la derecha hacia el fondo”, lo que provocó que varios seres disfrazados de Naruto y otros animés abandonaran la fila, mientras con otros colegas de prensa esbozábamos una que otra sonrisa.
Y claro, ambos eventos coincidieron el sábado 12 de mayo en las distintas instalaciones del Espacio Riesco. Eran pasadas la 15 hrs., y la gente iba llegando de a poco aún, entendible considerando que para más tarde se esperaban artistas de gran renombre, además de una fiesta que prometía olvidar las frías noches otoñales. Sonaron los acordes iniciales de la banda que abriría la jornada: The Holydrug Couple, el originario dúo que desde hace un tiempo se viene presentando en formato trío, atrajo la atención de quienes habíamos llegado desde temprano al evento. Algunos curiosos, algunos fieles, algunos que se enteraron de su existencia por su presencia en el cartel del Festival: todos fuimos testigos de la prolijidad con que el proyecto perteneciente a BYM Records ejecutó su repertorio, cuestión que en todo caso ya viene siendo un clásico por parte de la única banda local que pasaría por este escenario.
El veinteañero Cosmo Pyke continuó la jornada musical. Con menos de dos décadas de vida, el joven británico autor de “Chronic Sunshine” se sirvió al público que hasta entonces había llegado al recinto de Huechuraba. Sin contar aún con una placa de larga duración, Cosmo Pyke ha sabido llegar con una serie de singles-hits instantáneos, que varios esperaban ansiosos de corear. Su propuesta es agradable y cercana, íntimamente ligada con influencias desde el soul, pero en una versión que lo hace digerible a primera escucha para cualquier oído que es ajeno a aquellos comentarios que pretenden una “edad competente” para hacer buena música.
A continuación, la ironía pondría al experimentado Mark Kozelek, vocalista de la banda Sun Kill Moon, sobre el escenario. De todo el cartel del Fauna Otoño 2018, éste se trataba del nombre que me era más desconocido; y ningún googleo previo me preparó para el show al que me vi expuesto. La primera mitad consistió en una serie de temas donde Mark declamó al público una serie de canciones con una actitud desafiante y ácida, como para sentirte íntimamente apelado (en particular, la interpretación de “666 Post” me pareció uno de los puntos cúlmines de sincronía entre la apuesta del frontman y el conjunto musical que parecía ir persiguiendo sus fraseos). Durante la segunda parte, la música adquirió un formato más tradicional pero igualmente lúgubre, y logré identificar a partes del público que cantaban y disfrutaban temas bien conocidos. Sun Kill Moon fue mi apuesta personal a conocer, y me dejó más que satisfecho: muerte a conocer música por internet, viva conocer bandas en vivo.
Ya a mitad de la jornada, el público se acercó al escenario para disfrutar del show de The Drums, uno de los más esperados según comentarios de mis cercanos. El vocalista Jonny Pierce, usando estupendo un overol, fue de los últimos en subir para interpretar canciones que provocaron las primeras euforias colectivas evidentes entre los asistentes. “Me and the moon”, “Heart Basel” y “Days” fueron canciones que dejaron en claro que varios de los presentes estaban frente a una de sus bandas favoritas. Si bien sería injusto comparar estilos musicales y efectos en el público, al menos el show de los neoyorkinos fue uno de los más explícitos cariños en el festival.
Directo desde Glasgow, Mogway fueron los siguientes contendientes. Los escoceses deberían llevarse el premio al show más redondo de la noche, con una presentación que desde sus inicios se mantuvo a una altura, tanto técnica como emocional, que no dio tregua. Mogway viene de estrenar su placa “Every Country’s Sun” durante el año recién pasado, y a pesar de que varias canciones de su puesta en escena correspondieron a este disco, en ningún momento hicieron laguna en su hora y media de música.
Future Island fueron los encargados de cerrar el festival Fauna Otoño 2018. El trío norteamericano llegó para terminar la jornada con fiesta y baile, con otro de los shows más eufóricamente disfrutados del festival, siendo los únicos en lograr competir con los coreos que previamente los Drums habían sacado del público. Sin duda, la performance ejecutada por Samuel T. Herring, vocalista de la banda, merece reconocimiento aparte de la ejecución musical del conjunto, avivando y exaltando con sus movimientos erráticos y bailes desenfrenados, a un público que parecía haber esperado toda la tarde ese momento de tenerlo en frente.
(Foto por Catalina Paz / Texto por Carlos J.).
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