En la tarde del día sábado 24 de enero no se sentía mucho el ambiente musical en el Centro Cultural Matucana 100. Puede ser porque por parte de Santiago Off se estaban llevando a cabo unas obras de teatro, por lo que la gente que iba sólo al MFEST empezó a llegar cuando el sol casi no se veía en este lado del orbe. Cuando se dio partida a la música, no se veía mucha gente en Matucana 100, pero se presentía que conforme avanzaran las horas, aumentaría el número de personas en la explanada del centro cultural.
Con Verónica y Los Singulares comenzó todo, con su pelo suelto y su faldita negra. “Mejor Perder” fue la primera de una larga noche, seguida de “La Costumbre”. Qué niña más linda la Verónica. Para cuando empezaron con “El Hormiguero”, ya se notaba que se sentían completamente cómodos tocando, conectados con el público. La gente, que aumentaba cada vez más su número, disfrutaba del hermoso cantar de la Vero, y de sus singularmente increíbles bajo, guitarra, batería y saxofón.
El primer acto de la noche comienza a despedirse agradeciendo a Santiago Off y a MFEST por la oportunidad que se le brinda a los músicos emergentes. Una de las últimas de la presentación es “El Bolerito de la Indecisión” que, al contrario de lo que uno creería (por el muy famoso dicho “más lento que un bolero“), es inmensamente bailable, al igual que el resto del show y como también demuestra la misma Verónica. Luego nos dice “No eres tú, soy yo” (¿o era “no yo, ustedes”?, o ¿ella y no ellos? Ah, pero… ¡no! Siempre fue ella la culpable) con la que el público presente se rinde, enamorado de esta chica que ya se va ¡y que yo ni conocía! Fue una grata sorpresa escucharla en vivo la fresca noche del sábado.
Mientras arreglaban todo para el siguiente número, la gente aprovechaba de comprar algo para comer o beber, porque al fin y al cabo, lo comido y lo bailado no te lo quita nadie.
(me llamo) Sebastián era lo que yo más esperaba esa noche, muchas ocasiones me lo había perdido, por lo que esta vez esperaba quedar tan encantado como veía a quienes habían tenido la fortuna de escucharlo tocar en vivo.
Se veía tan bacán y contento con sus patas y su gorro de La Dulce Princesa (Hora de Aventura) y su cabeza de yegua, la cual deja a su lado y, de pie, comienza con “Brigada en Calzoncillos”, de su primer disco. Seba, tranquilo. También te tocará un día a ti también, ¡no es un simple escapismo! Sebastián se levanta, toma su cabeza de yegua y nos explica a todos que será ocupada para rendir homenaje al fallecido escritor, cronista y artista chileno Pedro Lemebel, quien dejó este mundo el pasado 23 de Enero. “Oye, Favorito” y la re-güena “Venir” habían sonado y, junto a la sonrisa del Seba, al público dejaron encantado. Sebita nos pide que aplaudamos si nos gusta la posible nueva canción de su próximo álbum. Nos prometió la “Ley de la Sinceridad” y nos dijo que ya no estamos en edad para pelearnos el control, todos aplaudimos como si no hubiese un mañana. La canción encantó a todos. ¡Qué buena voz tiene Sebastián!, es un grande. Todos quedamos con la duda de por qué hay tan sólo dos combinaciones si existen montones de colores, pero antes de entenderlos, esta party se convierte en una fiesta.
Haciéndose el difícil, el Seba toca unas canciones más después de la que se suponía era la última. Toca una de osos, una nueva, una buena, una linda, una bacán, una del (me llamo) Sebastián; y, antes de retirarse, nos invita a participar del amor libre. Su presentación cumplió con todo lo que esperaba y más. Ahora se venía lo que al parecer todos esperaban, la música de la seca Camila Moreno.
La Camilita floreció en el mar, pero se vino a plantar acá, en la explanada del Centro Cultural Matucana 100. Esta chiquilla de falda negra y aros redondos no dejaba de moverse, de bailar, de tocar y de cantar. Aún con algunos problemas con su guitarra, luego de haber tocado unos temas, el público (bastante más abundante que cuando cayó la noche) la vitorea. Los ruidos de insectos salvajes suenan en “Raptado” y son acompañados de varios “¡grande Cami!” y muchos aplausos de los oyentes que a esa hora ya llegaba a su auge. La Camila se acerca a su teclado, toca la primera nota y su fiel fanaticada está preparada para acompañarla con “Te Quise”. La gente está emocionada hasta las lágrimas con la Camilita que canta arrodillada y con tanto afán. “Hay que cambiar el nombre”, o más bien, la cara… porque ahora tenemos que saltar y bailar con “El Amor a las Hierbas Salvajes”. Camila tuvo a sus pies, durante casi toda la presentación unas bolsitas de color lila, las cuales lanzó (junto a los demás músicos que la acompañaban en escena) a lo largo y ancho de la marea de gente que pisaba la explanada de M100. Dentro de estas bolsitas habían unos regalitos para quienes las atraparan, uno de estos regalitos era un papel con la letra del nuevo single de Camilita. No sólo los que tenían bolsa cantaban, se nota que muchos son verdaderos fanáticos de Camila Moreno y conocen la canción que ni había sido presentada en vivo, “Libres y Estúpidos”.
La Cami se va pero a pedido de su público, vuelve. Ella tan linda y simpática presenta a sus acompañantes. Yo ya estaba encantado de hace rato pero las últimas canciones me dejaron totalmente maravillado. Con el último tema de la noche, y del festival en Matucana 100, se rinde homenaje al pueblo mapuche.
Puedo resumir la última noche de MFEST así: La Vero me dejó sorprendido, el Seba, encantado como esperaba, y la Cami, completamente maravillado.
(gracias a la amiga de la foto por posar con el setlist <3)
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(Texto por Francisco Guerra // Fotos por Daniela Jaque)
