A QUIEN VI: CONGELADOR Y MOSTRO
CUANDO LO VI: 07/07/12
DONDE LO VI: GAM
Este grupo lo encontré cuando un día dieron en la radio el OST completo de la película Sangre Eterna (esa de vampiros, góticos y juegos de rol). Ocurre que estuve obsesionado con ese film mucho tiempo, no porque me creyera gótico aunque en esa época admito que me gustaban principalmente las niñas “darks”. Grabé el OST en un caset y lo escuchaba siempre. Eso sí me saltaba algunos temas que no me gustaban. Entre esas canciones estaba Congelador con una llamada “Despertar”. Desde entonces puse atención a su proyecto.
Pasó mucho tiempo, escuché unas cosas de Congelador por ahí y por allá, pero siempre había poco material disponible. Yo juraba que me iba a quedar con las ganas de alguna vez verlos en vivo hasta que leí la noticia del Ciclo Neutral de Invierno donde figuraba en el cierre de dicho evento organizado por QUEMASUCABEZA. Así que era cuestión de esperar la fecha para ir a sentarse a la bonita sala del GAM.
El concierto lo inició MOSTRO, banda noise de la cual hablamos anteriormente. Carlos Reinoso (teclados y guitarra) hizo un sacrificio de un conejo (un peluche de conejo) el cual atravesó con un palo y rindió homenaje a los presentes. Ese fue el gran final para esta banda que en cada tocata suma más y más fanáticos por el delirio de sus presentaciones.
Esperamos un buen rato para que saliera Congelador a escena. Cinco integrantes (batería, bajo, dos guitarras y un teclado) dando vida a una nueva formación; nuevo momento para revivir una leyenda del rock under.
Comenzó a sonar la banda y junto con ello aparecieron unas visuales bien simpáticas, tan hipnóticas como lo que se escuchaba. Me acuerdo de haber visto unos caballos en las imágenes mientras Rodrigo Santis parecía cabalgar la distorsión de su guitarra. Era como si su instrumento tomara vida propia y se quisiera escapar de las manos de su dueño. De ese modo, Santis armaba una lucha con la guitarra, desplegando la distorsión versus un ritmo de baterías y bajos tan atrapantes que seguro me quedé con la boca abierta. Posteriormente vinieron unas canciones con voz y otras más lentas que se dejaban escuchar con mayor facilidad; ahí recién uno despierta y se da cuenta que está sentado en un recital no más.
Puede sonar todo un tanto profundo pero para mí fue así. El sonido de Congelador era envolvente al punto que me puse a relacionar las visuales con emociones y me transporté a otro lugar. Me di cuenta que hacia el final del concierto apareció de nuevo un caballo en las imágenes proyectadas y pensé lo bonito que son los ciclos de las cosas, como cuando en las películas alguien dice algo y después al final otro personaje repite esa frase, o en la vida real cuando cosas que hiciste antes empiezan a tomar significado mucho después. Como ven, me fui en la terrible volada y les juro que yo no fumo nada.
No me sé los nombres de las canciones de Congelador como para poner acá las que tocaron ese día, tampoco sé mucho sobre ellos. Lo que sí puedo afirmar, es que Rodrigo Santis tiene un nuevo proyecto llamado “CARAVANA” con el cual publicó un disco, uno de mis favoritos de este último tiempo donde es posible apreciar canciones tan lindas como ésta.
Fue bella la experiencia; recuerdo que después del show me fui caminando solo hasta La Moneda y pensé muchas cosas, tantas que el camino se me hizo corto. La melancólica voz de Santis, la guitarra cabalgando, la perfecta ejecución de los demás músicos, los caballos en las visuales, la gente en las calles, las papas fritas del kiosko y miles de otras sensaciones me llevaron de vuelta a mi casa en uno de los viajes más congelados que pude realizar.
Si leíste esto, escucha Congelador porque es un gran viaje.
(Texto por Tillo / Las fotos son propiedad de la Pame, una vez más, así que mis agradecimientos a ella).