Desde el pasado viernes 04 de mayo está disponible “Prenda”, el primer disco de Francisco Victoria; trabajo que estuvo precedido por los singles “Marinos”, presentado a finales de 2017, y “Todo lo que tengo”, estrenado durante los primeros meses de este año.
El debut de Francisco Victoria nos prendió de una. Ya estábamos entusiasmados con sus dos primeros adelantos, y la apuesta audiovisual que les acompañaron; y, finalmente, “Prenda” concretizó de la mejor forma dichas expectativas. Con todo esto mente, tuvimos la oportunidad de conversar con el mismo artista, para hacerle todas las preguntas que teníamos en mente respecto a su música, sus orígenes sureños, el show de lanzamiento en Matucana 100, y también (porque somos impacientes) sobre sus próximas canciones.
El camino de Francisco hasta la victoria
Primero, háblanos un poco más sobre ti: De dónde vienes (sólo sabemos que “del Sur”), hace cuanto vives en Santiago, tus primeras incursiones musicales… ¿tuviste una banda en el colegio?
Vengo de Victoria, un pueblo chico en el Sur. Me vine hace casi ya cuatro años, a trabajar en mi disco con Alex [Anwandter]. Y sí! Tuve una banda de música latinoamericana cuando chico, que se llamaba Quiyapura, en verdad es muy chistoso, me vestía con una túnica blanca para tocar quena.
¿Qué tan chico?
Cómo a los 13. Igual podemos como tacharlo de la entrevista… O no, en verdad igual estoy orgulloso de ese tiempo jajaja. (…) Después aprendí otras cosas: también toqué batería en una banda “indie”, tocábamos una onda como Pixies, o más como Placebo (me encantaba Placebo [Y A QUIÉN NO? <3]).
Después de eso apareció esto del taller de producción con Alex. Estuve como tres meses viajando todo el tiempo para acá [Santiago], hasta que tuve que venirme no más, como hace unos tres o cuatro años.
¿Y con quién llegaste a vivir acá?
Viví primero con un zorrón que no conocía, por ahí por Carmen. Era terrible: imagínate llegar a Santiago a vivir en una pieza enana con alguien que no conoces, que ADEMÁS estudia en Beauchef [Facultad de InJeniería de la Chile, seguramente de las más zorronas del país], entonces fue terrible. Pero ya hace un año me pude ir, así que ahora todo bien.
Según hemos leído, hace unos cuatro años comenzaste a componer las canciones para tu disco. ¿Por qué pasaron cuatro años? ¿Qué pasó en ese tiempo?
Yo creo que por el proceso mismo de llegar a vivir acá, fue algo que no se podía separar de las canciones. Antes no tenía nada que decir realmente estando allá, o yo al menos creía que no tenía nada que decir; pero cuando lograi ver tu experiencia en retrospectiva desde afuera, realmente podís palpar toda tu experiencia, cuando ya la dejaste atrás. Todo eso que vivís en un colegio católico, el pololeo gay que nadie podía saber… tenís que verlo en perspectiva, porque cuando estay metido en eso te parece hasta aburrido.
Cuando llegué acá fue un cambio súper grande. Todo es mucho más violento: era llegar acá y darte cuenta de todo lo que habías vivido, todos los traumas que pudiste haber tenido, y además darte cuenta que Santiago es una mierda y hay que salir a marchar día por medio porque todo está mal. Y eso nutre de toda una energía al disco, es una respuesta a varias cosas. Quizás no algo diciendo “oye, vamos a la marcha”, sino que es como una intensidad que me llevó a vivir mi vida, que era inseparable del proceso de escribir las canciones.
¿Qué prenda es “Prenda”?
Cuéntanos un poco más acerca de tu disco. ¿Por qué, justamente, decidiste trabajar el concepto de “prenda” en él?
Siempre he sentido que la palabra “prenda” une un montón los conceptos y las canciones, es como un gran saudade. No es “nostalgia”, es como un “aferrarse a un algo que estuvo, de lo que fuiste parte, pero que nunca vas a volver a tener”, y yo creo que este disco es súper eso. Es eso, en todo su esplendor. Hay muchas despedidas en el disco, hay muchos quiebres, y quizás todos esos quiebres traen en consecuencia el llegar a una ciudad que está quebrada. El disco no es muy positivo si te ponís a pensarlo, es bien triste.
Los dos singles previos al estreno de “Prenda” nos llamaron mucho la atención, onda, al tiro. ¿Hay alguna razón en particular al elegir estas canciones?
Yo creo que, con “Marinos”, fueron dos cosas. Primero que, estábamos en el estudio con Alex, terminando de producirla, y entonces nos miramos y fue como: “WEÓN, ESTE ES EL SINGLE”, que era un tema que justo estábamos pensando harto en ese tiempo. Primero fue por eso, pero después vino el “por qué”. Y la canción medio como que resumía esta sensación del disco… La canción es bien garrida, y es como rabiosa también. Habla mucho mí, de lo más personal y mío en la letra: de no tener plata, de no ser cuico, y llegar acá y enamorarse de alguien, y que se vaya. Como que todo está ahí, muy claramente. Y la canción habla de que tienes mucho qué perder, y que estás perdiendo todo el tiempo. (…) Es una canción muy visceral, hay mucho ahí puesto, de hecho ya no la escucho mucho.
Entonces una pregunta que quizás te complique: ¿cuál es la canción que más te gusta?
Creo que tengo una relación muy especial con dos. Una que se llama “Quiero volver”, que es la que abre el disco, porque está este saudade del que hablaba ahí mismo, en tu cara; la compuse en un momento muy muy frágil. Y al mismo tiempo se me hace muy interesante musicalmente porque estaba escuchando mucho a Sade en ese tiempo, y le daba y le daba, un tiempo en que obsesioné mucho con ella, y hay algo muy particular con las notas pedal en los bajos, que son notas que se mantienen a pesar de que las otras cambien… como que salió solo en la canción, yo creo que estaba tan metido con Sade que utilicé ese recurso, y me parece muy interesante como musicalmente.
Y otra canción que me parece interesante, o que tengo algún tipo de relación especial también y me gusta más que otras [risas nerviosas] es una que se llama “Cruza el puente”. Hay puentes en todas partes, pero encuentro muy bonito eso de (y esto viene mucho de un libro que estuve leyendo en ese tiempo que se llama “Desplazamientos” de Federico Schopf) como de crear estas imágenes abstractas donde cada elemento puede estar en diez mil lugares distintos. Porque cuando “cruzas un puente”, podís estar cruzando el puente del Costanera Center o un puente en el Sur, o estar cruzando un puente entre dos personas. Y me gusta eso de que una canción pueda tener varios significados, tantos espacios en blanco que la gente puede ir llenando. Y además la terminé de componer junto con Alex, como en una pieza los dos solos, y eso no es fácil, componer con alguien. Yo creo que Alex es la única persona con la que puedo componer, y esa canción como que medio nos dimos el gusto de componer una canción armónicamente más compleja, y que respondiese a estándares de canciones pop de los sesenta (de las que los dos somos muy fans). Para mi esa canción es un lujo haberla puesto en el disco, porque quizás no va a ser un hit, ni la van a gritar… o quizás no sé; pero a mi me encanta que esté en el disco y es una parte súper importante.
Los artistas, los amigos y las verdades
En el Diario, escuchamos y compartimos sobre nuestros gustos por la música chilena, y también por todas las cosas (buenas y malas) que van ocurriendo aquí. ¿Cómo ves el desarrollo de nuestra industria? ¿Qué artistas locales observas como referentes?
A mi el panorama musical chileno me parece bien complicado la verdad. Leí el reportaje entero de Javiera Tapia [“Cuando ella habla, escucho la revolución”, cinco partes publicadas en noviembre de 2017 a través de POTQ Magazine], conozco un montón de gente que está involucrada y sigue perpetuando violencias de género en nuestras esferas artísticas, y eso inevitablemente se traspasa a la música. Por ejemplo, sobre los Amarga Marga… yo quiero mucho al Diego [González, guitarra y voz], lo conozco desde que somos chicos, pero tuvo la mala suerte de que su disco lo produjera un agresor sexual. Y sorry, tu disco aunque esté bien producido, no merece espacio en ninguna parte. Al menos eso es lo creo yo. Siento que se han obviado un montón de cosas en Chile, y hay muchos artistas que no están diciendo nada.
Y tú tampoco quieres quedarte callado con todo esto.
No, obvio que no. Nuevamente, en mis canciones no voy a poner “oye, vamos a la marcha”, pero si me preguntas, tengo que decirte que me parece súper insuficiente lo que hacen muchos artistas en Chile de mi generación que podrían estar diciendo cosas mucho más importantes, o por lo menos intentando ser honestos con ellos mismos. Lo de trabajar tres años en un disco no es como para solo decir que estuviste tres años trabajando en un disco solamente, es porque para hacer arte tenís que pensarlo mucho tiempo, y para producir algo tenís que darle mucho tiempo y mucho trabajo. Y creo que nadie se está tomando en serio eso, y para mi eso es muy penca.
Pero obviamente hay artistas que también me gustan un montón. Soy súper fan de la banda Tormenta.
Justamente te acompañarán en el show de Matucana 100.
Sí, la mitad de la banda que es Begoña Ortúzar va a abrir el show en Matucana, y bueno ella trabaja con Cristián Heyne, que es un gallo que yo admiro un montón. También me gusta mucho la Niña Tormenta, me encanta, justo para su lanzamiento no pude ir y le tuve que escribir para disculparme, porque en verdad me encanta su disco; ella tiene una cosa súper bacán de ser muy honesta, de ser muy específica, y de ser también muy despojada y ser muy austera en vivo, pero aún así transmite un montón, la encuentro lo máximo. Por ahí van mis favoritos de estos momentos.
¿Piensas a futuro algún trabajo con la Niña Tormenta?
Por supuesto! De hecho, ella me cae súper bien, y creo que le caigo bien jajaja. La admiro mucho, porque desde chico igual siempre he estado ligado al folk, quizás mi siguiente disco sea full guitarra de palo o con ukelele jajaja.
Antes de conocer tu proyecto solista, sabíamos de ti pues te veíamos en el escenario formando parte de la banda de Alex Anwandter. ¿Esta experiencia previa te hace mirar hacia afuera? ¿Hacia otros espacios quizás?
La verdad es que, si bien tengo metas de corto plazo que es bueno irlas cumpliendo para sentir que vas avanzando, soy súper fan del proceso y de estar viviendo las cosas al momento en que las estás viviendo. Y claro, obvio me gustaría ir a vivirme a México, pero siento que tampoco es el momento para ponerse a planificar ese tipo de cosas. Tengo harto que decir sobre este lugar antes de pensar en irme… creo que tengo que hacerme cargo de hartas cosas de mí mismo antes irme a vivir a Grecia y desarrollar mi carrera en Chechenia.
Cómo hacer un nuevo disco
“Prenda” está disponible hace solo un par de semanas en las distintas plataformas. ¿Es muy luego aún para preguntarte por futuras canciones, composiciones, etc.? ¿Tienes algo trabajado?
Sí, en verdad ya estoy trabajando en el próximo disco, y es bien distinto.
El trabajo de producción estuvo muy a cargo de Alex en el primer disco, ¿en el que viene será también así?
No lo sé la verdad. Igual con Alex tenemos una especie de “comunión” (aunque suene como secta), una cosa bien de enviarnos feedback todo el tiempo. Él está haciendo cosas y me manda cosas, yo estoy haciendo cosas y le mando cosas… es como para mantenernos ejercitándonos haciendo canciones, que igual es súper bueno. En lo que respecta a música, siempre nos estamos peloteando ideas.
No sé si trabajaré de nuevo con él como productor del disco, pero yo creo que siempre voy a seguir trabajando con él en sus opiniones. Es de las pocas personas que me interesa su opinión con respecto a las cosas más técnicas y con respecto a las metodologías… y yo todavía sigo en la búsqueda de cuál es la metodología de mí procesos de composición. Entonces Alex siempre va a estar ahí, para ver quién se está equivocando, que igual es súper entretenido.
El 09 de junio es el lanzamiento de “Prenda” en Matucana 100. ¿Preparas alguna sorpresa para este show especial?
Puede que haya algunos invitados, puede que no… jaja estamos aun trabajando en los ensayos. Lo que sí, voy a ampliar mi banda finalmente, porque había estado tocando con poquitas personas. Estaba tocando con Raul (el otro guitarrista de Alex), con Camo (bajista de Planeta No) y con Namuel (que tiene su propio proyecto, y toca harto con Adrianigual). Yo creo que ahora vamos a ampliarlo, va a estar la Felicia Morales, que también grabó para el disco.
Lo importante para mi es que este show sea bien íntimo y bien “familiar”, lo que se merecen las canciones. No como un gran confeti quemándose, no todavía jajaja. Algo más simple y que nos deje a todos contentos.
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Agradecemos el tiempo, disposición y buena onda de Francisco Victoria para responder nuestras preguntas. Nos vemos el próximo 09 de junio en el Centro Cultural Matucana 100!
Lanzamiento “Prenda”, primer disco de Francisco Victoria
Artista invitada: Begoña Ortúzar (Tormenta).
Fecha y hora: 09 de junio, 22 hrs.
Lugar: Matucana 100 (Av. Matucana #100, Estación Central).
Valor: $5000.
Evento en Facebook: https://www.facebook.com/events/1015245838622970/
(Entrevista por Carlos Jaque y Catalina Paz / Foto por Esteban Vargas Roa).