La noche del viernes pasado fue para mí, otra noche de primera vez en el íntimo ambiente del Bar El Clan. En esta ocasión, tuve la oportunidad de ser parte del show de Fakuta, penúltimo encuentro antes de despedir a la artista de nuestro país por un considerable tiempito; esto pues pronto emprende viaje a las Europas para participar en el Festival Primavera Sound 2015 (Barcelona) a realizarse a fines del presente mes, y luego en julio, para integrar la prometedora apuesta del Festival Neutral México junto a varios reconocidos de la escena nacional.
Debo partir por reconocer que cuando hace un par de años escuché Al Vuelo (2011), el primer disco de Fakuta, casi ni lo pesqué. Ahora me arrepiento profundamente y culpo de aquello a esa pedantería juvenil que me poseía en aquel entonces y de la cual, por un tema de lata, tiempo y contexto, no hablaré con detalle. Más todavía me lamenté, cuando a fines del año pasado escuché su segundo disco Tormenta Solar (2014), y me vi notablemente conquistado por la nueva producción de la Pame. Creo que el disco atrae bastante por las varias colaboraciones nacionales e internacionales que posee, y además, porque nos sorprende con canciones de un pop más bailable, que prende como pasto seco, pero que no deja de lado el encanto sensible de sus letras.
A eso de la medianoche subió al escenario Fakuta y su banda: Estefanía Romero-Cors (teclados), Deplasticoverde (batería electrónica) y DJ Dementira (bases). El show comenzó con “Guerra con las cosas”, de mis favoritas del disco sobre todo por la colaboración de Violeta Castillo en los coros; un tema suave, bailable y ameno para dar bienvenida a la noche. Le siguieron dos temas pegaditos: “Estrella” de su primer disco, con un ritmo algo más acelerado que en su versión original, y “Fugitivos”, una canción que llama a buscar cómplices, gente más sensata en la vida. Un respiro y volvimos a Al Vuelo con “Armar y Desarmar”, primer single del primer disco, y que fue coreada con harta pasión por varios de los que apañábamos el show: “y si no existe, qué más da? me rindo a la suavidad de este ejercicio indecente de armar y desarmar”.
Le siguieron tres temas más tranquilitos: “Luces de Verano”, que sirve igual como canción invernal según comentó Fakuta; “Juntapena”, “una canción para llorar o para correr mano”, según se dijo; y finalmente “La Intensidad”, otra conocida de su segundo álbum. Luego sonó uno de los mejores temas del Tormenta Solar a mi juicio: “Amigos”, originalmente interpretada junto a Bronko Yotte, y reemplazado en esta ocasión por DJ Dementira, quien dejó por unos momentos su lugar en las bases y se mandó un rapeo súper estiloso y motivador. Entrando en la segunda mitad del show, fue el turno de “Invisible”, tema interpretado en la versión del disco junto a Cristóbal Briceño, y que aprovechando la contingencia Fakuta lo dedicó al “trending topic del día” (haciendo alusión a la polémica de Ases Falsos que se viralizó por las redes sociales). En un último regreso a su primer disco, la banda interpretó suavemente “Aereopuerto”, y que desde mi humilde escucha, resultó una de las canciones más coreadas de la noche. Aprovecharon el momento para recordar que este miércoles parten rumbo a España, en un viaje con muchas escalas, infinito al parecer, pero emocionante; al punto que Fakuta invitó a una integrante del público para que la acompañase a cantar (o más bien, para ser “víctima de la humillación pública” como ella misma compartió entretenida). Manteniéndose el entusiasmo del público, comenzó a sonar “Mascota”, la cual fue dedicada a “esos pequeños amigos con garritas”.
Desde los últimos acordes de la canción anterior, comenzó “Tormenta Solar”, tema que da nombre al disco y que supo conquistar el espíritu bailable de varios. Con el moño de Fakuta totalmente desparramado, “Despacio” apareció para finalizar bailando el show. El público al parecer, quiso disfrutar hasta el final el contexto prendido que propició la banda: sin importar cuán pegoteados quedaron después del bailoteo final, varios subieron al escenario una vez apagado el instrumental, para sacarse selfies y saludar a Fakuta aprovechando la ocasión y el airesito cómplice del que pudimos agarrarnos todos esa noche al interior de El Clan.
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(Texto por Carlos Jaque // Fotos por Catalina Paz)
