David Eidelstein más conocido como Rulo, el legendario bajista de Los Tetas, nos cuenta sobre su nuevo disco solista llamado “Vendaval”, sus misterios y este nuevo camino musical influenciado por el vals peruano y las cuecas bravas.
¿Cuáles son los misterios que trae consigo “Vendaval”?
“En total son diez canciones. Casi la mitad del disco tiene una temática romántica, amorosa y desamorosa, habla sobre las vicisitudes de las relaciones. Hay una metáfora en general, el disco se llama Vendaval, que es una tormenta de viento y hay un tema que se llama El Río, otro Aguacero y me he dado cuenta que sin querer hay una relación con el clima, con el agua y eso tiene que ver con las emociones. Y en ese sentido el disco está hecho a partir de experiencias personales y emocionales. Hay otros temas que hablan sobre la muerte o la relación entre el bien y el mal. También tiene un tema que musicalicé de un poema de Pablo Neruda que hice para un concurso, elegí 3 poemas y finalmente El Río fue el que más me gustó”.
“Mi descubrimiento de la música latinoamericana, fue a través de la música brasilera, pasé del funk y el soul a la música brasilera, que tiene bastante similitud desde mi punto de vista, ya que está influenciada por el jazz, fue como una puerta de entrada para el resto de la música latinoamericana. Estuve varios años metido en la música brasilera, sacando bossa nova, incluso cuando estudié literatura hice una tesis en base a una canción de Chico Buarque que se llama Construcción. Todo eso me abrió mucho la cabeza, ya que estuve muchos años cerrado a los estilos norteamericanos. Luego, descubrí la cueca brava y el vals peruano que cambiaron mucho mi visión musical. Empecé a descubrir un montón de riqueza musical, la música colombiana, argentina… Ahora me esta gustando mucho la música de Cabo Verde, una isla africana con influencia portuguesa. Todavía siento que en cuanto a la música latinoamericana, me queda mucho por descubrir y experimentar. Me puse como desafío buscar otros ritmos latinos, investigar y en el fondo ir apropiándose de estos, pero a mi manera, mezclando desde mi lenguaje, que sin quererlo igual está influenciado por el soul y el funk, ya que vengo de esa escuela, entonces algo de eso va a tener. Es casi como una ideología, que los músicos de acá tenemos que ocupar nuestro material para hacer algo más original y no sólo copiar el folclor norteamericano, a pesar de que me encanta nunca va a ser nuestro, entonces debemos investigar más de nuestras raíces”.
¿Cuáles fueron tus influencias para acercarte a la música latinoamericana y que esto llegase a transformar tu estilo musical?
“Las influencias más directas fueron Los Chileneros, fue un grupo que me despertó el interés por la cueca y eso fue súper clave, porque antes para mí la cueca era un estilo de música muy aburrido y cuando los escuché me di cuenta que es un mundo increíble, del tema que te imagines existe una cueca que habla sobre eso. Tiene poesías, melodías, historias y además, mucha información y cultura que está escondida.
Me acerqué a la cueca porque conocí a los músicos de La Gallera y Los Celestinos y vi que la cueca que tocaban ellos tenía algo diferente. También cuando escuché cantar cuecas a mi amigo Tiano Bless, fue la primera vez que escuché una cueca brava cantada en vivo. Él tiene un estilo muy especial e influenciado por el funk, soul, reggae y le sonaban muy diferentes las cuecas, eso me llamó mucho la atención y me di cuenta que tenían algo bacán.
Al escuchar el vals, sobre todo Zambo Cavero, que es un cantante antiguo peruano, me gustó desde el principio. Me lo mostró Camilo Castaldi (Tea Time), en algunos de los viajes que hemos hecho a Perú compramos vinilos y ahí lo descubrimos. Principalmente, mis influencias han sido Los Chileneros, Zambo Cavero y mis amigos de La Gallera y Los Celestinos, han sido buenas influencias porque los dos primeros son músicos clásicos antiguos y los dos últimos son grupos de amigos, he aprendido mucho de ellos y eso ha sido bien potente.
Humildemente estoy aprendiendo a tocar vals y cuecas a mi manera y el disco que hice tampoco considero que sea de estos estilos, sino que esta inspirado en ellos. El otro día me junté con Nano Stern para mostrarle mi disco y él lo definió como un estilo “psico afro-peruano judeo-chileno surf”, una definición que a pesar de sonar chistosa, me identifica de todas maneras. Para poder explicarlo un poco sería: psico: por la guitarra eléctrica que tiene el disco, que es como un sonido psicodélico; afro: por el lenguaje funkero; peruano: por la influencia de la chicha peruana; judeo: por mi raíz judía y en el disco hay ciertos elementos “arabescos – judíos”; chileno: por la influencia cuequera; surf: por el sonido y que también tiene que ver con lo psicodélico de las guitarras”.
“Con Cristóbal somos amigos hace varios años y hace mucho tiempo que tenía en mente trabajar con él, no en mi disco, pero tenía ganas de hacer algún tipo de proyecto. Yo sabía que él estaba haciendo música de películas, para seriales, etc. y tenía la intención de ayudarlo en alguno de sus proyectos. Un amigo compositor que tenemos en común con Cristóbal, es Ricardo Santander y él iba a lanzar su disco en su casa y me invitó a cantar algunas canciones mías. Yo sabía que estaría Cristóbal también ahí y me pareció una buena oportunidad para hablar sobre mi disco. Así que toqué mis temas y a la gente le gustó bastante. Luego, hablé con Cristóbal y me dijo un par de cosas sobre el disco, que me hicieron mucho sentido e inmediatamente le propuse que trabajáramos juntos. Me presentó al sonidista Juan Pablo Bello, comenzamos a preparar el disco y decidimos grabarlo en Estudios Triana. Grabamos todo el disco por pistas, fue un trabajo bien lento y exhaustivo, nos demoramos casi un año. La mezcla nos demoró un poco más porque perdimos el método que teníamos de trabajar los tres juntos. Nos dimos cuenta que lo pasábamos mucho mejor trabajando en conjunto y aprendimos que eso es muy importante a la hora de grabar un disco, porque se siente en la música”.
¿Qué te llevó a hacer un disco solista? ¿Cuáles fueron tus motivaciones?
“Desde que empecé en la música, incluso desde antes, me imaginaba como compositor y cantante, entonces hace muchos años que quería hacer un disco solista, pero me pasaba que no encontraba un grupo de canciones que dijera: estas canciones son un disco y es lo que quiero hacer. Entre medio sacamos un disco con Funk Attack y los dos discos de Esencia, lo que me sirvió para aprender a hacer canciones y video clips, fue como una escuela.
Cuando salió este grupo de canciones, con mucha fuerza y todas juntas, dije: estas son para un disco. Y supe que era el momento de hacerlo, como debe ser, con un productor, en un buen estudio, como lo merecían las canciones”.
Cuéntanos un poco sobre Los Tetas, ¿existirá un receso en la banda debido a tu disco solista o se vienen buenas nuevas?
“Con Los Tetas acabamos de terminar un disco nuevo, son 10 canciones, sólo falta la masterización. Estamos en la etapa final, va a ser una realidad después de tantos años, desde el EP El Movimiento. La producción del disco ha sido hecha por Cristian Moraga (C-Funk), a pesar de que los temas los hemos hecho entre todos, hay mucho de su mano. Estamos bajo nuestro sello Mama Funk y viendo la posibilidad de que otros sellos nos ayuden”.
¿Qué desearías que pasara con la música chilena y sus artistas?
“Me gustaría que se creara un movimiento más potente de música actual chilena, pero que haya más conexión con la raíz chilena y latinoamericana, no necesariamente desde el punto de vista de hacer folclor, sino que nuestra música de raíz ejerciera una influencia más potente sobre los otros estilos, que exista una una búsqueda de identidad. De alguna forma está pasando, pero me gustaría que fuese con más fuerza y que hubiera un poco más de orgullo, pero de ese orgullo genuino, finalmente la música chilena es única y es nuestra riqueza, que debemos explotar para poder crear algo más original y hay mucho por descubrir”.
Nos enteramos que el próximo 23 de septiembre estarás tocando con Roja y Negro, trío conformado por Ana Tijoux, Raimundo Santander y Ramiro Durán, quienes también están indagando en la música latinoamericana como el vals y los boleros. ¿Qué te parece que artistas como tú y Ana, que tiene una larga trayectoria con un estilo tan marcado estén probando nuevos estilos?
“Creo que hay una necesidad, que tiene que ver con la época que estamos viviendo, donde hay un despertar social, de darnos cuenta que después de la dictadura y de todos los cambios tan profundos que se hicieron, hemos estado demasiado determinados por intereses extranjeros y por su cultura. Todo lo que estoy diciendo creo es una tendencia natural, me alegra mucho darme cuenta que esta misma inquietud que se despertó en mi, se esté despertando en la Anita, que es una artista muy consolidada como solista y que esté también en esta búsqueda, me da la sensación de que no estamos solos. Y además de nosotros, también hay muchos artistas que están haciendo lo mismo, entonces es algo que esta pasando en general. Es una necesidad que tarde o temprano va a salir y al darme cuenta que Ana y otros músicos también están haciendo eso, le da más sentido. No es como que yo solo me fui en “la volá”, sino que soy parte de una generación, de un país, de una cultura que le esta pasando algo, que esta cambiando”.
Ya que somos el Diario de Ana Funk, nos gustaría saber ¿Qué significa el funk para ti, para tu vida?
“Lo que más me maravilla del funk es el groove. Hay una cualidad rítmica en el groove, donde el funk es como el dueño de eso, porque casi como que lo inventó James Brown, que por algún misterio los golpes cuando se tocan, producen chispas. Hay un fenómeno que no sé como llamarlo, pero algo pasa con el funk que para mí es único y fue lo que siempre me hechizó desde la primera vez que escuché James Brown, porque no podía parar de bailar o cuando escuché por primera vez Prince, aluciné. En el fondo, me he dado cuenta que los estilos como el vals o la cueca, también tienen su propio groove, incluso tienen hasta el nombre. En la cueca, “tocar con groove” es como tocar la achaflanada y en el tango el yeite. Es interesante ese nexo, porque tanto en la cueca brava, como el tango o el vals, son folclores urbanos, estilos que nacieron en el campo, pero que fueron cultivándose en la ciudad, sobre todo en los ambientes bohemios. Y pasa lo mismo con el funk, que son ritmos que vienen del folclor de allá que es el blues o el jazz y fueron cultivados en la ciudad, en los ghettos, bares, etc. Finalmente, lo que me ha enseñado el funk es a ver el groove que puede haber en el ritmo”.
Ana Funk pregunta: ¿Qué bandas o artistas chilenos te gustaría recomendar a nuestros lectores?
“Me gusta mucho el trabajo de Los Celestinos y también del grupo La Plaza (que algunos de los integrantes son los mismos que Los Celestinos), que están haciendo una fusión entre hip hop con cueca, vals, ritmos venezolanos, están muy en la onda de fusionar el hip hop con el folclor.
La música de Panthy, su voz y su expresión es increíble. Está interesante también el proyecto que esta haciendo Camilo Castaldi con Nico Vera, que se llama Black Angels, que esta basado en la música de Los Ángeles Negros, son temas reversionados y hechos rap con arreglos del Nico que son medios “jazzísticos”. Aprovecho de decir, que mi disco esta bajo el sello Discos Pendiente, que sacaron un catálogo de aproximadamente seis discos, donde está mi disco y el de Black Angels”.
Los dejamos en exclusiva con Aguacero, uno de los temas que incluye Vendaval, disfruten!
Más acerca de Rulo por aquí:
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(Entrevista, Fotografías y Video por Karen Santander).