Querido Diario: reflejarnos, contenernos y espaciarnos al mismo tiempo me canta el primer LP de Chini and The Technicians

Chinis Foto Marcela González Guillén para Estudio Malva Edición Joaquín Fernández

(Texto por Catalina Paz /
Foto por Marcela González Guillén para Estudio Malva /
Edición: Joaquín Fernández).

Somos un espejo. Portamos en nuestros pliegues partecitas de otros, y esos otros a su vez, nos contienen sin saberlo demasiado. He aprendido que la vida tiene sentido en tanto no terminamos nunca de definirnos (aunque pueda sonar escéptico, nihilista o descomprometido) y es en esos orificios de incompletud, donde lo que pasa más allá de nuestras posibilidades siempre hace algo con nosotros.

El día en que este invierno hizo pleno honor a su condición, con una lluvia de aquellas que se toma matinales y noticieros en la tv, tuve la oportunidad de asistir a la primera escucha del nuevo disco de Chini and The Technicians, “Arriba es Abajo”, en el lugar mismo donde se masterizó (Estudios Triana). Una invitación linda que dio un aventón de ánimo a mis días.

Luego de la incomparable buena acogida preparada como ya es costumbre, con mucho amor, por la banda, Capitán Cobalto y Uva Robot (comí de todo no me importó no tener muela de juicio) vino el momento de los nervios y la expectación.

Desde la canción inaugural Arriba hasta la última, antítesis espontánea que cierra la obra, Abajo, el vaivén rítmico y la potencia lírica en busca de correspondencias que a ratos pareciesen no importarle demasiado, hacen del disco una admirable ebullición artística. Una que al ir escuchando con atención, cada palabra de los Techinicians en la conversación posterior a la presentación, refleja sus disposiciones subjetivas sin falsas presunciones. La idea de poder reconocernos en los otros, de entender que podemos habitar de distintas maneras en las mentes y cuerpos de aquellos que nos rodean, de todo lo que vemos y tocamos, es una reflexión que muchas composiciones del disco ponen sobre la mesa, y que pareciese inconscientemente reflejar la forma en que los integrantes del proyecto son compañeros, amigos, trabajadores, artistas… personas que se conectan; tal como contaban e iban hilando entre todos los involucrados en esta producción, el disco porta aquello: la confusa dialéctica de las relaciones humanas y de los vínculos que olvidamos hayamos en el universo que siempre nos excede.

Los simbolismos que me llaman se siguen unos a otros tan poéticamente que da gusto. “Se queman las capas, vuela la textura, ahora todos pueden tocarte” canta la Chini en Arriba preocupada ante la develación. “Ya soy parte ¿Ahora qué?” apela luego. “¿Hay algo más lindo que un presentimiento? El Espacio que se da entre los pensamientos ¿Algo más lindo que tu forma de amar? Los espacios que te dejo visitar” y entonces ahí está ese algo que nunca alcanzamos pero del que nos hacemos ilusiones. Esos accesos que nos prohibimos y que por ello nos conectan aún más. “Otros vienen y arrancan, vienen y van. Van hilando mi fibra y yo la quería hilar” reclama con en esa montaña rusa de emociones que es Fibra, empujándome a pensar todo lo que debo ser a razón de lo que otros han hecho de mí. “Si el otro no es otro, el otro es verbo y yo no” porque apuntar, cortar, segmentar es sólo un falso conformismo medio peligroso. Se llama El Otro po. “No puedo ni quiero amar a quien no quiera ser amado” suena Fiesta de Despedida como un recordatorio de la reciprocidad. “¿Qué es lo que quiere de nosotros? Lo sin forma ni lugar…” rematan con Abajo y yo retorcida entera por lo exasperante y maravilloso de su fluir.

Nunca está demás, pienso, desmitificar la concreción. Quitarle peso a la causalidad, a la linealidad, al fin último. En mi caso soy más partidaria de entender que somos un manojo de tentativas que van habitándonos, que siempre están mutando, transformándose, que ceden y se vuelven a apuntalar. Lo que algunos llamamos identidad se convierte así en un espiral que nunca cesa, y que nos permite aprender y expandirnos a cuestiones que no nos vienen dadas de hecho. Me gusta creer que somos como un collage infinito de carnes, sensaciones, recuerdos, pulsos, inenarrables, vamos pegando encima, intentando sacar algún recorte que ya no nos alimenta, viendo si éramos mejor así o asá, si podríamos ser ambas al mismo tiempo… algunos tienen la facultad de poder traducirlo en trascendencia. Los Chinis son un ejemplo.

Puedes revisar todos los detalles de “Arriba es Abajo” a continuación:

Tracklist “Arriba es Abajo” (Uva Robot, 2018) – Chini and the Technicians
01. Arriba
02. Ctlqhl
03. Espacio
04. Fibra
05. Pirita
06. Niña Glaciar (Ft. Diego Lorenzini)
07. Imagen
08. El Otro
09. Fiesta de Despedida
10. Siempreviva
11. 2 x 3
12. Abajo

Chini and the Technicians son: Chini Ayarza (Voz, guitarras, teclados y percusiones), Roberto González (Voces, guitarras, ukelele, teclados, bajo y percusiones), Tiare Galaz (Voz y ukelele), Gabriel Ardiles (Bajo y guitarra), Sebastián Riffo (Percusiones).

Músicos invitados: Diego Lorenzini (Voz & ukelele en Niña Glaciar y coros & percusiones en 2 x 3), Marcelo Galleguillos (Coros y percusiones en 2 x 3), Sergio Lazo (Violines en Niña Glaciar).

Grabado y mezclado por Diego Lorenzini y Martín Perez Roa (aka Merci) en Estudio Niebla.
Asistente de grabación: Marcelo Galleguillos.
Masterizado por Arturo Zegers en Estudios Triana.
Arte de portada: Roberto González.

“Arriba es Abajo” está disponible también en Spotify, Deezer, iTunes/Apple Music, entre otras plataformas digitales.

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