Querido Diario: no tengo miedo de decir que todo esto a veces me da pena, eso me ha enseñado Prehistöricos

prehistoricos-a

(Foto 2 por Camila Milla / Texto por Catalina Paz).

Existe un puente extraño entre Prehistöricos y yo. Los conocí hace varios años y sin involucrarme demasiado los agregué a mi repertorio como un territorio por descubrir. Pasaba que de vez en cuando, sin adentrarme en esa exploración pausada, curiosa, una canción llegaba suelta de youtube o del aleatorio del celu a mis oídos y me quedaba para siempre clavada en el corazón cual espinita. Como si una conexión suprema, de esas que habla Pedro Engel en el matinal, nos fuera vinculando: amarrando y alejando por periodos que el tiempo no explica bien, haciendo mímesis con la historia que se ha ido tejiendo para mí. En fin, una especie de relación entre paréntesis como la que tengo hoy (¿o no?).

Llegué a Matucana 100, al encuentro Hola Primavera expectante pero sin demasiado compromiso. Quizás de eso se trataba estar ahí con él también. Quizás de eso se trata esta manera de estar desde hace un tiempo. “Voy como el mundo a desaparecer no hay nada que yo pueda hacer, sólo hundirme” (“Nadar y Desaparecer”). No la conocía, esa es la verdad. Pero desde que abrió este show no la he podido olvidar. Explicó perfectamente mi yo en ese instante, mirando un punto fijo en el escenario para no llorar. ¡Llorar al tiro po, qué plancha! Luego de “2 luces” y yo abriéndome por primera vez a La velocidad de las plantas (2016) sonó “Acampar”. Conchetumanga Diario qué más podía hacer yo. “Y ahora creo que en tu reino yo me podría morir”. Cuando acampé con él hace tres años pensaba así. Pero ahora es mejor tal como cantaba Preuss y yo me moría, guardarlo como un recuerdo no más. “Vamos a seguir sumergiéndonos en estas aguas. La música es nuestra droga” dijo Tomás dando paso a un ir y venir entre Nuestro día vendrá (2014) y el disco antes mencionado, recién horneado para los fans.

Prehistöricos 2a

Todavía me da risa acordarme que mientras todos, paraditos en el teatro intentando desordenar un poco el ambiente, bailaban al ritmo de “Que suba el momento”, yo lloraba y me acordaba del viaje que hice con este loco, ese que yo creía nos convencería de lo que hemos construido y esos blabla. Pero tengo dudas que desesperan y hacen rabiar. El show continuó. Nunca pensé escuchar en vivo “Globos Aerostáticos”. Y hablando de rabia, “si no logran un poco desquitarse éste es el momento… cantemos esta canción” entonces llegó “Dos Planetas” haciendo que el público elevara la voz, la emoción, la cuática, todos esos sentimientos que no muchas bandas me autorizan a sentir tanto como Prehistöricos.

El momento del pasillo fue súper loco. Estaba sentada intentando ver lo que ocurría porque soy muy chica y siempre todos me tapan, y a la par que Tomás se acomodaba en un costado arriba cerquita de la salida, yo me percataba que estaba ahí más sola de lo que parecía. “Si alguien está terminando una relación éste es el momento para salir de la sala” dijo Tomás y entre pequeñas risas nerviosas regaló una canción nueva de paquete con guitarra de palo, que me recordó a “Que lloro” de Sin Bandera (siempre la ponían en el furgón escolar). Mi acompañante también se reía pero no de nervios. O quizás soy yo que me pongo paranoica, que siempre soy paranoica, o quizás no le importa nada como tampoco debiese importarme a mí. “Saltar de tu universo” cayó como anillo al dedo. Y la voz bonita de la Vale se repartió tiernuchamente desde ese otro lugar del teatro para acompañar el momento.

La situación tenía preparado un montaje bien cálido para comenzar a cerrar el show. Una vez de vuelta al escenario, Tomás y Vale, con el resto de la banda (Martín y Nico, secos) tomando posiciones, nos invitaron a vivir esta última parte “como si estuvieran en el living de su casa”. Y en verdad, los adornitos, la alfombra roja y las sillas forradas generaron una atmósfera súper especial. Como yo ya estaba terrible emo pensaba y pensaba cosas. Por ejemplo, lo duro que resulta sentir que desaparece el hogar y uno rasguña y patalea por conservarlo aunque sea un poquito. Sonaron varias de La orquesta oculta (2010) y ahí sí que sí me entregué. “Las piedras”, “Castillo en el lodo” y “Distintos”, que aproveché como maniobra riesgosa de dedicarla y con ello ahorrarme unos cuantos asuntos que repetir a futuro. Seguidas de “Tambor” y “Sonidos sagrados”, no recuerdo cuál de las dos no habían tocado nunca en vivo.

Prehistöricos a

“Luego vino otro disco en honor a Latinoamérica porque yo viví en otro lugar del mundo y no me gustó”. Los misterios del fuego EP, pensamos los vejestorios nostálgicos. Entre “Los muertos” que es una de las más lindas en vivo según mi humilde opinión, y el final final en serio, sonó una que tenía pegada la primera vez que terminamos (con él); o que casi terminamos porque todavía nos queríamos harto. Ahora es un interminable peor que cualquier corte a secas. Y el final final en serio, luego de que chiflamos para que regresaran y siguieran hasta qué sé yo, llegó: “Invéntame otro final”. El acordeón en esa canción es poderoso. Yo de pie, cantando aún media conmocionada por la ocasión, intentando entender cómo había llegado ahí acompañada pero sola, tan sola en el fondo. Tal como dijo Tomás en algún momento del show, está bien tener pena, pero mejor es poder ponerle palabras, dejar que salga de ahí y traducirla en algo que ayude, que tire algunos salvavidas. Prehistöricos siempre ha sido uno de estos últimos para mí, porque cuando los escucho me conecto con esa espinita de la que hablaba, que me duele y se torna necesario sentir. Porque finalmente la vida no es perfecta, las pérdidas nos afectan, se van en nosotros como calcomanías. Debemos saber darles la batalla: haciendo música, escuchando música, hablando con nosotros mismos, con amigos o escribiendo en un Diario po, por qué no.

SI TE GUSTÓ ESTE CONTENIDO, COMPARTE:

2 respuestas

  1. Concuerdo en todo, menos en que la voz de vale es preciosa, objetivamente no posee una buena voz y claramente no sabe cantar. Lo unico que extrañe fue eso, la voz bonita de jeca .

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *