(Fotos por Javiera Gutiérrez / Texto por Tillo).
Después de salir de un Teatro Caupolicán lleno a más no poder, voy caminando con mi hermana, mi prima chica y mi mamá y pienso en lo que significa conocer a Gepe desde sus inicios, de haber sido testigo de toda su trayectoria hasta el día de hoy y principalmente, de haber escuchado todos sus discos; desde “5 x 5” hasta “Estilo Libre”. No por el absurdo afán de decir “yo lo sigo de mucho antes que tú”, si no porque el haber crecido junto a su música te da una perspectiva distinta, una forma diferente de analizar el presente. Teniendo eso en consideración es cuando recién entiendo que quizás para un fan actual de Daniel Riveros no sea tan importante como para mí el hecho de poder votar por canciones antiguas al momento de definir el setlist de “Gepe a la Carta” (concierto realizado recientemente en el Caupolicán y que se armó gracias a votación popular).
¿Por qué votar por las canciones más nuevas si las toca siempre? Esa era mi inquietud máxima después de salir de un concierto redondo con sonido y producción implecables, con un setlist generoso, pero que me dejó con gusto a poco. Aquí es cuando me pongo latero y empiezo a sacar cálculos matemáticos. Si hacemos el ejercicio de mirar el setlist podemos sacar hartas conclusiones sobre los resultados de la votación que arrojó el concierto “Gepe a la Carta”. El último disco de Daniel Riveros, “Estilo Libre”, editado el año 2015 por su fiel sello Quemasucabeza, contiene 12 canciones de las cuales 10 sonaron el sábado en el Caupolicán. Entre ellas están los dos temas más votados por la gente: “Invierno” (primer lugar) y “TKM” (segundo lugar). Luego le sigue “GP”o con 8 tracks, “Audiovisión” con 6, “Gepinto” con 3, y “Hungría” y “Las Piedras EP” con 1. Esto sólo reafirma algo: Gepe no está equivocado.
Si uno compara las estadísticas por disco del setlist de “Gepe a la Carta” con los otros recitales que ha dado últimamente el sanmiguelino se puede comprobar que no es tanta la diferencia en las proporciones. Ok, en el show del Teatro Caupolicán hubo momentazos en vivo para los más viejos nostálgicos (“La enfermedad de los ojos”, “Victoria Roma”, “Ayelén”, “Celosía”, “Los Barcos”, y una que otra más), pero no más que eso. Ahora pregunto ¿fui el único que pensó que la gente iba a votar por canciones más rebuscadas? ¿cómo los temas de Taller Dejao no entraron en el setlist? ¿tan ingenuo soy? ¿Pedropiedra dónde estabas? ¿existe Dios? Da para pensar en si es tan cierto eso del amor al arte de que el público antiguo de Gepe lo sigue fielmente hasta el día de hoy. Conozco varios que no han logrado encajar con las propuestas de “GP” y “Estilo Libre” y han decidido alejarse. También sé de otros (me incluyo) que nos seguimos sorprendiendo y maravillando con el trabajo de Riveros y entendemos su evolución. Ustedes dirán: “pero cómo, si se está quejando del concierto”. No, yo lo pasé increíble. Canté, salté y bailé como siempre. Sólo me quedó dando vueltas el resultado de la votación. Me produce sensaciones contradictorias. Por un lado me deja picado porque quería más rarezas, y por otro lado me alegra de que las votaciones reflejen el buen momento que vive el músico (que las canciones más votadas sean de su último disco no es detalle menor).
La conclusión es una: los fans de Gepe quieren vivir del presente y no del pasado. Y él también. ¿y yo? yo no quiero vivir del pasado. Sólo me gustaría que el repertorio antiguo se mezclara con lo nuevo de una forma natural y no forzada tomando como excusa un décimo aniversario de un disco, o la votación de uno que otro nostálgico. Si a Gepe de verdad le siguen haciendo sentido esas canciones, vamos, agrégale el ballet de Yeimi Navarro (que hizo maravillas con “Celosía”), cantemos y bailemos libres atravesando todos los estilos, sin ninguna frontera. Pero si no, mejor que esas canciones se queden guardadas en los discos compactos que acumulan polvo en los muebles de nuestras casas. Bueno ya, en Spotify, pa qué tan a la antigua.
Revisa la galería de fotos completa ACÁ.