Cuatro conciertos en dos días. Tal era la épica labor a llevar a cabo por Javiera Mena y compañía el pasado 11 y 12 de noviembre. Se trataba de su regreso a los escenarios locales tras el encierro pandémico del 2020; y la artista quiso volver a lo grande con dos conciertos diarios en dos días consecutivos. El espacio escogido fue el Teatro Nescafé de las Artes; nunca había tenido la oportunidad de ver un concierto ahí, así que puntual antes de las 19 hrs ya estaba en Manuel Montt #032 para el primero de los cuatro shows agendados en Santiago. Me acomodé en mi butaca, y poco antes de comenzar una voz de las alturas dio las últimas recomendaciones sanitarias, igualito como en el cine.

Suben al escenario las dos instrumentistas que acompañarán a Javiera durante el concierto, y salen también los primeros aplausos. Catalina Rojas (bajo y teclados), quien también ha formado parte de las presentaciones en vivo de Alex Anwandter, Pedropiedra y Denise Rosenthal; y Taffy Dönicke (batería), que por su lado ha dicho presente en proyectos como Kolumbia, Bronko Yotte y Lilits. Acomodadas ambas en sus posiciones, toca el turno de Javiera Mena, quien sube entre aplausos y los primeros ritmos de “Dentro de ti”, primer single de su disco “Espejo” (2018).

Las butacas eran harto cómodas, pero nadie quería quedarse sentado. De pie fuimos coreando las primeras canciones del repertorio con el que Javiera Mena decía presente nuevamente en Santiago. “La joya” y “Corazón astral” fueron las siguientes, esta última perteneciente a su último EP “I. Entusiasmo”, estrenado hace solo un par de meses como primera parte de una trilogía. Repentinamente, una bola disco baja sobre el escenario, y suenan los primeros y elegantes acordes de “Debilidad”; single presentado a través de COLORS y que básicamente lo había venido escuchando todos los días desde salió.

Primera pausa, y Javiera habla por primera vez al público; agradeciendo la presencia, nos invita a sentarnos, se vienen una lentitas. “Esta quiero que la cantemos juntas, estoy segura que se la saben”, comenta al tiempo que se sitúa tras su teclado, bajan las luces, y comienza la sección tranqui con su versión para “Mujer contra mujer”, canción que fue coreada como himno por las asistentes.
Le siguió “Esquemas juveniles”, de esas por las que uno quiere ir a ver a la Mena no?; y pegadita vino “Sol de invierno”, como para terminar de recomponernos el alma. Descarté la sorpresa de Gepe saliendo a cantar al recordar que ese mismo día vi unas historias suyas en México; pero la mini pena se pasó al tiro con la interpretación de “Dos”. Una balada extraída de su último EP, y que Javiera dedicó “a aquellos que están amando a dos personas a la vez”; un tema medio complicado, y si bien nadie levantó la mano diciendo “yo”, sí se escucharon unos grititos nerviosos de quienes se sintieron aludidos entre el público.

Fuimos dejando la comodidad de las butacas para ponernos de pie, porque las visuales empezaban a spoilear que se venía “Otra era”, de mis favoritas personales y canción que da nombre al tercer disco de la artista lanzando en el 2014. La elegancia del nuevo pop de Javiera Mena estaba también representado en su vestir: pantalones blancos y anchos, y una chaqueta que se sacó al ritmo de esta canción para lucir un top de lentejuelas. Estupenda, qué más te puedo decir. Así se veía cuando comenzaba “Flashback”, el que fuera su primer adelanto del EP recién estrenado, y cargada de una estética futurista.

El show se acercaba a su último tramo, y Javiera no dejó pasar más tiempo sin presentar a las dos artistas que conformaban su banda para este show y los venideros de su “Entusiasmo Tour”. La presentación vino sobre un punteo en el teclado con unos aires más que claros a “Con suavidad”, pero que se fue diluyendo para dar paso a “Luz de piedra de luna”, sexto track de su disco “Mena” (2011), que este año estuvo celebrando su cumpleaños número 10. Aquí Javiera ya estaba desatada, saltando sobre el escenario, y avivando al público. Antesala para presentar su último single (porque sí, esta cabra ha sacado harto material este año); “Culpa” , que para entonces contaba con menos de 2 semanas de vida, sonó a la vez que las visuales proyectaban extractos de su videoclip.

“Hace tiempo no la toco, la pueden dedicar”, comentó Javiera antes de interpretar “Yo no te pido la luna”, canción que efectivamente había sacado por harto tiempo de su repertorio, y que se sintió casi como un regalo de despedida ya que la artista y banda bajaron del escenario. Llevábamos más de una hora de show, pero se había echo bien corto; así que tras la exigencia del público, la banda vuelve para interpretar “Diva”, una que quedaba pendiente de su último EP. Pegadita a ésta, y (a juicio personal) con la mejor entrada visual de la noche (gracias a @abrilconbe por las visuales); el concierto se cerró con la interpretación de “Espada”, coreada a todo pulmón por el teatro.

Javiera y compañía pasaron luego al centro del escenario, para despedirse mientras por las bocinas sonaba “Mujer Latina” de Thalía. Un trabajo estupendo tanto en lo sonoro como en lo técnico; una maravilla de show que en mi corazón solo estuvo opacado por una cosa: POR QUÉ JAVIERA MENA NO SALTÓ AL ESCENARIO DICIENDO “HOLA GAYS DE CHILE”.

(Fotos por @suspensivof).