A las 22:45 del 23 de enero, comenzó con toda la fuerza del rap, hip-hop y reggae, la segunda noche de este genialísimo festival. El público empezó de a poco a levantarse de sus asientos instalándose frente al escenario principal, las luces se encendieron y una explanada aún bastante despejada, dio la bienvenida a los míticos sonidos de los Sandino Rockers. Estos ocho músicos lograron de inmediato prender la noche con un rebelde ska punk de más de dos décadas de experiencia.
“Guitarras y tambores anuncian la nueva guerrilla” pregonaban las primeras letras de los Sandino, y la misma tónica contestataria estaría presente durante todo el show. El “Pequeño Ejército Loco”, a la vez que reivindicaba las consignas del pueblo mapuche y apelaba a la conciencia rebelde de la juventud, hacía bailar y saltar a todo el público en Matucana 100. Un momento destacable fue cuando desde los acordes de London Calling de los mismísimos The Clash, surge un clásico de los Sandino: “Despierta”, canción que los más fanáticos corearon frenéticamente sin ningún pudor.
El espectáculo fue breve, pero potente. Al parecer, el stand by de los Sandino entre el 2006 y el 2010, no disipó la vitalidad de sus ritmos y el contenido reivindicador de sus letras. La banda cerró el show con otro par de clásicos de su repertorio: “Puño en Alto” y el bailable ska “Mi tierra”, temas que el público acompañó con energía hasta el fin de la presentación. Para este entonces muchas cabezas se habían sumado a la fanaticada y junto con ellas, mucho más ritmo y ganja style.
A eso de la medianoche comenzó el show de La Pozze Latina, banda que como algunos deben conocer, volvió a reunirse hace más o menos un año y medio tras 12 años de inactividad. Con el trío liderado por Jimmy Fernández, uno de sus fundadores, Víctor Flores (“Solo di Medina”) y “Chico” Claudio sobre el escenario, el espectáculo inició su despliegue. Apelando a “la vieja escuela del rap chileno”, la música rápida y las letras agudas, no hubo respiro en el primer set de tres canciones, de entre las que se destaca “Con el color de mi aliento”, exitazo muy pegajoso de su primera producción.
Un brevísimo suspiro para saludar al público y el siguiente set de cuatro canciones al hilo. La primera de ellas, una remezcla entre “Pedro Navajas” y “Maestra Vida”, ambas del cantante panameño Rubén Blades. Luego, un espacio para que Solo di Medina entonara algunos versos de una famosa cumbia: “oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida”. El set finalizó con una versión de “2001” de Zaturno, tema en el que participó Victor Flores junto a Dj Raff.
Otro mini respiro… y ¡Sorpresa!: Victor Flores volvió el encuentro aún más íntimo al recordar que hasta antes de las 12 estaba de cumpleaños Jimmy Fernández. El público aplaudió con harto fervor, reconociendo la trayectoria del que ha sido llamado el patriarca del rap chileno. Un par de abrazos y finalmente el mismo Jimmy Fernández relató: “independientemente de Ñuñoa, Recoleta o Independencia: el mundo entero puede ser un ghetto”, y comenzó así con este emotivo paréntesis, el siguiente set de canciones. Luego de un par de temas del tercer disco de la banda “Desde el Mundo de los Espejos” (1999), quedó Chico Claudio solo en medio del escenario, el resto de la banda dejó sus instrumentos, las luces apuntaron al MC CHC, y éste comenzó un fenomenal beat box de más de 10 minutos (ojo, este beat box incluyó temas sou populars de la música electrónica como Satisfaction, entre otros).
Luego del numerazo que se mandó el más bajito de la banda, el público quedó totalmente pozzeido, y así continúo un último set de canciones entre las que sonó “Préndelo”, gran clásico de la carrera solista de Jimmy Fernández. Este fue el momento más verde de la noche, “a ver si al fin la legalizan” comentó el mismo Jimmy.
El show de La Pozze comenzaba a despedirse pero… ya habiendo recorrido varios momentos de su repertorio musical no podía faltar aquella última gran canción; quizá la más esperada por el público asistente, tema que todo el mundo al menos cacha de nombre: “Chica eléctrica”, que después de 15 años, sigue siendo el mejor afrodisiaco del soul-rap chileno. El show concluyó con cierto ardor en el ambiente tras este último hit, el cual cabe mencionar, fue emotivamente dedicado a Pedro Lemebel el día de su muerte (“por el derecho de amar a cualquier persona” fue el lema).
Finalmente, ya casi a las 1.30 am, subió al escenario el cuarteto Movimiento Original (Crew), siendo aclamados instantáneamente por el público. El show de Stailok, Aerstame, Piri y Dj Acres, fue bastante tranquilo en comparación al anterior debido a su música cercana al reggae, pero indiscutiblemente estos chicos fueron los más coreados. Como ellos mismos relataron, debieron apegarse a canciones más antiguas, ya que McPiri se encontraba algo enfermo de la garganta (un “oh” muy piadoso soltó el público al enterarse de la desventura). Sin embargo, lo anterior no fue problema y significó una serie de éxito tras éxito.
“Esta es para la gente que fuma, pero no cigarro”, comentó Aerstame, para dar paso a “Prende la mota”, que casi, en mi humilde opinión, parece un docto manual de instrucciones. El público en tanto no dejaba de cantar, corear, bailar (y obviamente, en honor al tema, fumar). Un descanso para el trío y en el escenario Dj Acres, solito mezclando discos y adelantando la fiesta que se vendría tras el show.
Lamentablemente la garganta de McPiri se hizo notar y la presentación resultó algo más corta de lo pensado; empero lo anterior, el éxtasis entre los asistentes no cesó mientras cantaban el último tema “Natural”. Definitivamente fue la gente con más fuerza juvenil quienes se quedaron hasta el final y la banda se despidió con promesas de encontrarse más tarde en la fiesta post show, dando fin así, bien motivados, al segundo día del imperdible Mfest.
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(Texto por Carlos Jaque / Fotos por Catalina Paz)