El concepto “triunfo moral” suele relacionarse con el deporte, en especial con el fútbol, y de eso nuestro país conoce bastante. Clasificar al mundial, pero fracasar contra un equipo grande; ganar un partido, pero aún así no pasar una etapa por falta de puntos, y la peor: perder un encuentro pero haber “jugado bien”. Durante toda mi vida he sido testigo de estas victorias morales que nos han regalado miserables postales como La Roja de todos saludando a los chilenos desde el Palacio de La Moneda tras ser eliminados de un mundial; o consolarnos con un “digno” tercer lugar en la Copa del Mundo.
La banda Tus Amigos Nuevos ha decidido titular su segundo álbum con este concepto, una idea que representa el chileno promedio a la perfección, ese que no se acuesta con la mina que le gusta pero que se siente un ganador cuando ella le favoritea un tweet; ese joven alumno que no logra destacar por sus notas pero que al final del año se gana un diploma por la mejor asistencia o por ser el mejor compañero; o esa sensación que deben tener los seguidores de la UC al terminar cada campeonato y salir segundo.
El título del último disco de TAN entonces nos promete estar frente a un fracaso musical con olor a esfuerzo y empuje; a un intento frustrado de una banda “indie-rock” por consolidarse en la cada día más competitiva escena local; a un grupo que toca bien, pero que se escucha mal. Lamento tener que usar esta vitrina para decirle a mis lectores que todo es una estafa. Todo lo que esperaba del disco “Triunfo Moral” (Sudamerican Records, 2015) resultó no ser. Las razones de esta terrible decepción en el siguiente párrafo.
El disco sucesor de “No Sí Son” tiene 8 canciones y una duración de 32 minutos con 55 segundos, y déjenme decirles que está lejos de cumplir con lo que su título promete. “La Novedad“ es la primera canción. Abre con una batería y un bajo que en ese instante ya te tendría meneándote como idiota en cualquier presentación en vivo de la banda. Luego, entra el riff y me imagino a todos esos cretinos en los conciertos con guitarras imaginarias. Primera señal de que estamos frente a un fraude, porque si un grupo de rock provoca ese tipo de respuesta es una prueba irrefutable de que estamos frente a un hit. Eso queda más que claro con el primer track, que fue maravillosamente bien escogido para dar el puntapié inicial porque: tiene coritos, frases loquillas, cortes mortales, arreglos agilaos, o sea la esencia de Tus Amigos Nuevos. Señoras y señores, insisto, esto NO ES UN TRIUNFO MORAL. Se los seguiré demostrando.
“Jaleo” es la que sigue para tratar de justificar que estamos frente a la versión musical del Mago Oli (mago que fracasó en un truco y ahora es famoso por eso, triunfazo moral level dios), pero no. La letra ya es genial. “Me saqué la lotería contigo”, declara el narrador interpretado por Diego Lorenzini, y yo pienso “Sí, weón, me estafaron con el nombre del disco, no me jodan”. La que sigue es “Delfín”, que nuevamente tiene frases hermosas como “soy un manejo de oraciones turbias / a estas balas no le entran plumas”. Las guitarras indican que este es otro tema para desatar barras y no de esas que le gritan a la selección “oooole” cuando van ganando un miserable partido amistoso contra un país de nombre extraño tipo: Tuskhunkinizán.
Ya va casi la mitad del disco y mi sensación de engaño sigue creciendo. Cada acorde, cada percusión perfectamente ejecutada por don Javier Chorbadjian, un jugador que está lejos de sentirse conforme por calentar la banca. El tipo es uno de los responsables de que el álbum avance enérgico y no de tiempos para sentarse a reflexionar sobre la vida o de la inmortalidad del pirigüin.
Un clásico fracaso en la música es cuando los grupos le ponen nombres pencas a las canciones, títulos súper básicos como “dame” o “sol” o “la noche” o etc. Pero este no es el caso para el track 4 que lleva por nombre “Techno Rengo”. Díganme ustedes en qué universo esta genialidad podría ser parte de un triunfo moral ¡en ninguno! La línea de bajo te atrapa en un movimiento de cabeza o pies que no logras controlar y te dan ganas de gritar “¿o acaso tienes miedo?”. Ya en el desenlace, la canción toma un ritmo envolvente que pega perfecto con la siguiente pista llamada “Los Hombres-Masa no bailamos“. Quinto track y nadie me saca de la cabeza que estamos ante el mejor fraude de la música chilena. El coro es brutal y el riff nos deja en claro que la banda otorga una propuesta rockera sin tapujos que no limita su energía efeverscente bajo ninguna circunstancia. Ahondaré en esto un poco más adelante.
“T.A.N. Avergonzada (ponle Cowbell)” y su bajo bailarín me recuerda a paisajes de “No Sí Son”, más aún cuando aparece esa guitarra juguetona t.a.n típica de los chiquillos Leo Salinas y Manuel Del Valle (que se van turnando entre bajo y guitarra en los shows, o sea, pa’ qué más bacanes). Lo que yo entiendo aquí es que este nuevo disco funciona como la evolución precisa de su antecesor. Mejoras en cuanto a la producción, pero manteniendo (y me atrevo a decir que superando) la calidad como compositores, con canciones que podrían utilizarse todas como singles. Imáginate un disco de 8 canciones con 8 sencillos. Todos dirán “una obra maestra”, pero no, acá se les ocurre titularlo ¿saben cómo? sí, exacto.
“Pateando Petróleo” y “Paraná” son las encargadas de cerrar el álbum y las menciono juntas porque son tan potentes e iluminadas que parecen ser una sola gran pieza musical. Los ritmos de ambas son tan adictivos que al finalizar el disco sólo dan ganas de dar vuelta el CD y ponerle play ¡otra vez!
Como dije antes, Tus Amigos Nuevos, logra en “Triunfo Moral” una pieza concisa y precisa de rock bien ejecutado, y al mismo tiempo, desordenado, eufórico y divertido como ninguno otro. Para los que hemos tenido el placer de verlos en vivo sabemos que esa es su mayor virtud y que en este disco supieron plasmar con absoluta maestría. Nada que alegar al respecto, EXCEPTO, lo que vengo repitiendo hace rato y de lo que se trata esta reseña. De una terrible gran estafa.
Como yo detesto esas victorias morales que suele tener nuestra querida selección, esperaba encontrarme con un disco hediondo a “premio al esfuerzo”, pasado a segundo lugar y medalla de cartón, pero no, me topo con esta joyita de la música chilena y no me queda otra que buscarle la quinta pata al gato para al menos sentir YO que el título tiene su razón de ser. Por ejemplo, podría considerar que el disco no tiene 10 canciones y que se conformaron con 8 nomás. Triunfo moral. También podría decir que “Delfín” no es nada original porque ya hay un cantante con ese nombre y que aparte le canta a las torres gemelas, o sea, un zalamero po. Triunfo moral. Puedo decir que no les alcanzó para pagar los derechos por la imagen del Jurel San José, así que tuvieron que plagiarla de la mejor manera. Triunfo Moral. La canción que se llama “La Novedad” no es tan novedad como dicen porque la venimos escuchando en vivo desde el año pasado. Triunfo Moral. “Pateando Petróleo” es CASI “Pateando Piedras”. Triunfo Moral. Esos son los únicos PERO que podría encontrarle a este disco, pero luego me acuerdo que lo grabaron en 2 días y medio y se me pasa.
Grande Tus Amigos Nuevos!
(Texto por Tillo)
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=KpZAPGoVHhw]
6 respuestas
Esta reseña quedó muy buena ji
La peor reseña de un disco que he leido.
Es o no es?
Bacán!!!! 😀
No soy quien para criticar el trabajo musical de nadie, pero la verdad luego de escuchar de comienzo a fin el disco siento que no hay mucha originalidad, o será que hay demasiadas bandas actualmente haciendo lo mismo, abusando de los pedales para llegar al frenesí, atrapándose en los ritmos pegados de acordes simplones para rematar con letras pretenciosas y pajeras, en fin. De la producción nada que decir, suena excelente y se nota mucha compenetración entre los instrumentos, mucha energía también. Quizás en vivo prendería más con esta música, pero con unos cañitos en el cuerpo mínimo.
Gracias Javier por pasar a comentar. Si puedes alguna vez échale una mirada a un concierto en vivo de Tus Amigos Nuevos. De seguro no han descubierto el fuego, pero de que prenden la cosa sí lo hacen. Un abrazo y buenaonda 🙂