Nos pusimos las pilas con esta sección y ya tenemos una nueva invitada. Los invitamos a conocer un poco más de Arelis Uribe.
Estudió periodismo en la Usach y un Magíster en Comunicación Política en la Universidad de Chile. Publicó “Quiltras” (2016) y “Que explote todo” (2017) con Los libros de la Mujer Rota. Ganó la XV versión de Santiago en 100 palabras y ha sido finalista de concursos literarios de ficción y no ficción. Fue la directora de comunicaciones del Observatorio Contra el Acoso Callejero de Chile y de la campaña presidencial de Beatriz Sánchez. Actualmente escribe un ensayo libro columna de opinión muy larga.
Sin mayores preámbulos les dejamos los cinco elegidos por Arelis Uribe, que disfruten!
1.- Un temón de aquellos:
Los Prisioneros – “Estrechez de Corazón”
Oye, qué difícil elegir sólo uno, porque me gusta mucho la música chilena y está llena de temones, pero si hay que elegir así sin pensar, sólo siguiendo al cuerpo, una canción que donde quiera que esté hace que me ponga de pie y vibre y salte, es “Estrechez de corazón”, de Los Prisioneros (¿o de Jorge González?), porque está compuesta con sangre, se siente el desgarro, el desamor, se transmite el dolor y esa capacidad tan honesta y desnuda es el secreto del arte cuando realmente es arte.
2.- Para momentos emo:
Alex Anwandter – “Tatuaje”
Me cuesta elegir solo una canción, para este punto pienso en “Tatuaje”, de Álex Andwanter, que es una canción de desamor, de despedida, muy desgarradora. Hay canciones de Ases Falsos o de Francisca Valenzuela que se basan en el retorno. “Prenderemos fuego al cielo”, Valenzuela dice “reza que nos volveremos a encontrar” y en “La gran curva”, Briceño dice “y si fuera verdad la forma redonda del mundo entonces volveremos a encontrarnos”. En “Tatuaje,” Andwanter es tajante, dice “el mundo gira y nunca nos volvemos a encontrar”. Es lo opuesto, es un final total. Y me parece tristísimo porque en realidad la gente siempre vuelve. Incluso de la muerte la gente puede regresar, de las formas más impresionantes e inesperadas.
3.-Pa’ dejarlo todo en la pista:
Francisco Salas – “Sirenas”
Tengo amigos que hacen música y cuando voy a carretes en otros círculos me encargo de difundir sus canciones, de hacer cruces entre mundos. Para bailar me gusta “Sirenas”, de Francisco Salas, “La bomba de tiempo”, de Hombre Bomba y “En el fondo del barro”, de Dënver, a estos últimos no los conozco pero a mí me encantaría.
4.-Pa’ dedicarle a esa personita especial:
Francisca Valenzuela – “Prenderemos fuego al cielo”
Hace caleta que no le dedico una canción a alguien, pero mi corazón late mucho con “Prenderemos fuego al cielo”, de Francisca Valenzuela. Me gusta que hable de la distancia necesaria entre las personas a veces, que se haga cargo del desencuentro, que me cuestan. Siento que son como la pausa que hay entre dos latidos del corazón. Un vacío, un silencio, que también es parte de algo que es. Esos silencios me dan susto, porque a veces los confundo con finales y en realidad solo son acomodos. Bolaño dijo: cuando uno ha querido a alguien no lo deja de querer nunca. Que es otra forma de decir que cuando conectas con alguien esa conexión te cambia y entonces existe para siempre y lo único que hay que hacer para disfrutarla no es ponerle amarres, sino soltarla y confiar en que si el vínculo existe es porque todas las partes sienten lo mismo.
5.- Una canción que te traiga un recuerdo especial:
Me Llamo Sebastián – “Hijos del peligro”
Sorry, pero de nuevo son dos. Son dos canciones que me han acompañado mucho estos últimos dos meses, después de que murió mi papá. Una es “Hijos del peligro”, de Me llamo Sebastián, que dice “si algo se tiene que acabar, que seas tú adentro mío”. Cuando mi papá estaba en coma, lo abracé y le canté esta canción. Así me despedí de él. El día que murió, yo iba en auto y en la radio sonó “Hasta la raíz”, de Natalia Lafourcade, y siento que es lo mismo que dice Me llamo Sebastián “yo te llevo dentro, hasta la raíz (…) no habrá manera, mi rayo de luna que tú te vayas”. Eso es mi papá ahora, algo que va a estar siempre conmigo.