En un agradable viernes por la tarde, partimos a la cómoda Sala SCD Bellavista. Yo llegué primero a agarrar puestos, luego se hizo presente Murielyn (encargada de las fotos y de las picsas más ricas del univers!).
Los primeros en jugar serían Lost Otros. Lo descubrí porque en cada asiento había un folleto titulado “Cancionero Pirata” que contenía el setlist de su show, las letras e incluso los acordes de cada canción. Imagínense todas las bandas hicieran ese documento, ¡qué manera de ahorrarme la pega tratando de anotar los nombres de las canciones en mi celular!
El escenario estaba iluminado sutilmente. Unos cuadros con bonitas ilustraciones adornaban las cortinas brillantes en el fondo. Incluso, un par de ellos decoraban los retornos.
Quedaban pocos asientos vacíos cuando (con un pequeño retraso que favoreció a Murielyn) la banda Lost Otros dio inicio a su ceremonia de lanzamiento de su disco homónimo. Se apagaron las luces y se encendió una proyección al lado izquierdo de la sala. Una especie de video-poema que en el folleto aparecía como “Textos y grabaciones”. Luego, se asoman los músicos en el escenario. Un señor baterista, una señorita en el metalófono y coros, un señor bajista, un señor de la guitarra eléctrica, y el dúo principal: Paloma Núñez (melódica y voz) y Rodrigo Ramírez (guitarra de palo y voz).
El folleto dice “Introducción ‘El felino y el sol’ ” y lo que suena es la batería en un golpe constante, a lo que se va sumando de a poco toda la banda, menos la guitarra eléctrica que presenta unos problemas técnicos.
Si tuviera que resumir en una palabra la atmósfera que produce Lost Otros sería “domingo”. Entre las suaves percusiones, las acertadas voces y la dulce melódica me pierdo en un aire de buena onda, me traslado a un lugar donde el viento mueve las cortinas despacito y en la ventana se asoman unas nubes que tienen formas de dinosaurios. Y dan ganas de acostarte y regalonear nomás.
Pero luego suena “Bar y Revolución” y es una clara invitación a mover las patitas y la cabeza de un lado para otro.
La sugerente letra dice “vamos a quemar el Bar Constitución” y ya te ves con capucha y bombas molotov atacando ese local que ya pelamos en la reseña de Pedropiedra y Sonido Acido. Esta canción es la encargada de abrir el disco y méritos no le faltan. Bastante prendida oye.
Le sigue “Valparaíso” que me vuelve al estado “dominical” del inicio. Las voces principales se unen en versos de desamor “me pides que te espere y yo no te quiero ver”.
El setlist continúa acorde con el orden presentado en el disco. “La risa y el engaño” es de domingo nublado, cuando ha parado de llover recién. La guitarra eléctrica no se luce tanto como en la versión de estudio, y yo diría que al contrario, el sonido es casi una orquesta, nadie está por encima del otro, todos son protagonistas, de hecho en un momento no sé a quién poner atención.
Viene “Bajo el agua” y perdonen que insista, pero me siento en un fin de semana de cafecito después del almuerzo. Primer tema protagonizado por la voz de Paloma.
Sigue “Volvernos a ver” que tiene un aire a blues simpaticón. El coro es pegajoso y es inevitable seguir el ritmo con el pie.
La siguiente canción es acompañada con aplausos del público y se llama “La paciencia y el gato” y está dedicada al gatuno que abandonó a Rodrigo 🙁 Momento sensible de la noche, ya que Murielyn ama los gatos y yo también (aunque no me cree porque siempre hablo mal de los pelos gatunos).
“La condena y los daños” es seguida por “Los Amigos” y luego “Domingo de lluvia” (VEEEEN, YO LES DIJE QUE ERA DE DOMINGOOOOOO!). Esta canción resume toda la tocata: un grato ambiente que nos trasladó a todos a la comodidad de nuestro dormitorio, ese lugar donde nos sentimos en paz, donde podemos tener nuestras conversaciones favoritas, podemos escuchar nuestros discos favoritos.
Favoritos como el que contiene todo el setlist de esta presentación. “Lost Otros” (2013) tiene un diseño y arte precioso y generoso. Si tienen la oportunidad de adquirirlo en formato físico, por favor háganlo. Suena tan dominical como en vivo.
La encargada de cerrar es “El felino y el sol” que le lleva silbidos y versos en portugués. Una delicia. La banda deja el escenario entre un montón de aplausos.
La espera no es tan larga. De sorpresa aparecen los músicos de Corderolobo desde la parte trasera de la sala, entran por el pasillo y suben al escenario. Van tocando los instrumentos como si fueran una banda en un desfile callejero.
Ya instalados en sus puestos, y al igual que en “Lost Otros”, la batería toma la batuta y luego la banda lo sigue. Tenemos al señor baterista, al señor percusionista, al señor del trombón y batería electrónica, al señor bajista y tecladista, a la señorita del violín, a la señorita del metalófono o xilófono o teléfono (no cacho en verda), el señor de la guitarra eléctrica, la señorita de los coros y coreografías, y el señor Corderolobo, encargado de la voz principal, la guitarra de palo, el charango, el bajo y cuanta cuestión le pusieran por delante.
Lo primero en sonar es “Somos los mismos”, track 2 del disco “Desastres naturales y mañana en la mañana” que es el nuevo álbum que están lanzando.
La puesta en escena (si se la logran imaginar) es brutal. El pequeño escenario de la SCD está repleto de talentos musicales. Todos despliegan sus sonidos, por momentos delicados y en otros agresivos, logrando un perfecto contraste, tal cual el nombre del proyecto. Y es que el apodo “Corderolobo” les queda como anillo al dedo.
Un ejemplo es la canción que sigue. “Volcanes y lagos”. El trombón me recuerda a Los Jaivas y todo ese aire épico pachamamico lleno de energía, que se calma un poco antes del verso “hoy va a temblar”, donde vuelve el trombón, la batería y todo lo demás; y así nos vamos: de lobo a cordero y de cordero a lobo.
La tercera canción pertenece al primer disco homónimo y se llama “Como si fuera poco”. La fuerza de Carlos Vargas, líder del proyecto, nos envuelve junto al perfecto juego de luces que se sincroniza con los acordes rockeros de la canción.
Volvemos al nuevo disco, esta vez con “Autobomba”, que tiene más cara de lobo que de corderito degollao (así le decián a un compañero en el colegio). La banda se entrega a la distorsión.
Al igual que en el disco, le sigue “Huracán”, que definitivamente es un cordero bien tiernucho. Las luces se calman, las uñetas también. “Nadie sabrá lo que fuimos” declara esta bella canción con aires de balada.
Continúa ese mismo ambiente con “Ciertas formas de resplandor”. Para esta canción, tienen 2 invitadas. Una de las señoritas toca el theremín y la otra el Cello. A ella la reconozco. Es Angela Acuña, a quien vi en una bonita presentación en La Tienda Nacional hace un tiempo.
La voz de Pepa, la corista, le da otra dualidad a las canciones. El contraste Corderolobístico no se da sólo en la estructura de las canciones, si no también en las dos voces principales, en las percusiones, los silencios y los diversos cambios de instrumentos y roles que hay arriba del escenario.
El theremín y el Cello se conjugan a la perfección y generan un ambiente tétrico y subliminal. La misma formación sigue para “Ni mismo”, un poco más densa y oscura que la anterior. Parece que ese momento fue mi favorito. Todos escuchábamos con completo silencio, como poniendo atención a una escena clave de película, esa donde se revela el asesino.
Las invitadas se retiran entre aplausos. “Come y calla” es lo que continúa. Pertenece al primer disco y creo que se nota. Las canciones del álbum nuevo tienen un aire más épico que ya mencioné antes. “Atún” es la que cierra el disco en estreno y la que sigue en el setlist. Tiene un ritmo bien pegado, casi bailable a ratos. Buen juego de percusiones.
La última es la primera de “Desastres Naturales….” y se llama “De Antemano”, una de mis canciones favoritas. Mucho más pop que las otras, tiene una batería que invita a mover la cabeza.
La banda sale del escenario. Carlos invita a la banda “Black Panorama” a acompañarlo en “Gente que se convierte en fuegos artificiales”, un tema perfecto para un power cuarteto, que es lo que tenemos en escena. El Corderolobo libera el micrófono de su atril para comenzar el fraseo de la canción. La versión es mucho más potente y rock que la versión del disco. Las luces amplifican lo que podría considerarse el clímax de la presentación de Corderolobo.
Black Panorama deja el escenario y vuelve la orquesta regalona para interpretar “Lo que veían venir”, “un clásico”, dice Pepa, “un clásico” repite Carlos.
Es el track 1 de “Corderolobo” y es la elegida para cerrar una enérgica presentación que tuvo regalos de discos, muchos invitados y excelentes versiones en vivo para las canciones de “Desastres naturales…”, que está acompañada de un hermoso librito con cuentos e ilustraciones inspiradas en el álbum.
Dos discos en lanzamiento, ambos con una tremenda calidad sonora, con un hermoso diseño de arte, y con unas excelentes versiones en vivo. Muchos músicos en escena, mucha buena onda y mucho calor humano. Eso es lo que nos dejó esta doble presentación de Lost Otros y Corderolobo.
Agradecemos la invitación al show. Lo único fome fue que se me quedó el bolsito de la cámara y la Murielyn me pegó un combo en la guata, pero son detalles.
(fotos por Murielyn)
