Camilo Morales, un baterista en búsqueda de su voz propia. #Ciclo Transmisor.

IMG_6095 copia2Camilo Morales es un baterista que ha explorado desde lo mecánico que puede ser aprender a tocar bateria hasta tener el deseo e interes de interiorizar en otros sonidos de percusión, que es en lo que se encuentra en estos momentos, búsqueda constante de su voz propia, llevándolo a hacer un recorrido a otras tierras llenas de una especial armonía musical, como lo es Brasil, y que llamaron la atención de Camilo, siguiendo distintas clases de percusión con importantes exponentes en ese país.

Es un joven que a su corta edad ha podido tener la fortuna de dirigir sus pasiones musicales como él ha querido y algo que valora demasiado es haber tenido apoyo incondicional, en sus comienzos, de grandes artistas con reconocida trayectoria. Sólo por mencionar algunos proyectos que ha participado: comenzó el año 2007 como Baterista y percusionista del músico nacional Manuel García y de Mecánica Popular, pero años antes cuando estaba en 1º medio se integró a una banda llamada Cuarto de Trébol, formada por amigos de la vida, con quienes ganó 7 concursos de bandas emergentes. Duró toda enseñanza media su participación en esta banda, “nos encerrábamos durante las vacaciones dos semanas a tocar todo el día, sacar temas, escribir experimentar, hacer música  mas experimental, hacer temas más formales. Ahí  ya estaba convencido, se dio que yo quería ser músico y lo que pude inyectar a la banda fue hacer música para las personas, tratando de transmitir lo que uno quiera, pero para el resto”.

IMG_6060 copiaYa al ser parte de la banda de Manuel García se fueron construyendo muchos caminos, generandose importantes participaciones en festivales de renombre, tanto nacionales como internacionales, y también en conciertos de músicos chilenos como Camila Moreno, Nano Stern, Gepe y Chinoy, con este último estuvo este 2014 trabajando en grabaciones de baterías para el nuevo disco “Loco Medieval” que se lanza en marzo del 2015.

Mora, como le llaman sus cercanos, nació en Santiago el año 1987,  proviene de familia nortina (Salitrera María Elena). Su abuelo fue fotógrafo de la salitrera y su familia trabajó como obrera del salitre. Paso el tiempo y Camilo nos cuenta que a su abuelo lo extraditaron, mientras que su padre se vino a Santiago, en donde, estudió medicina y  conoció a su madre. “Siempre he tenido una raíz más ligada al norte, existe una rareza de ser del norte y de una historia salitrera que la gente no conoce mucho”.

Hay recuerdos que se le vienen a la mente cuando le consultamos sobre su infancia y sus primeras interacciones con la música y no duda un segundo en decir “yo de chico  escuche mucha música, sobre todo ligada a la izquierda, mi familia evidentemente era de izquierda y en los 80 principios de los 90 no había mucho donde yo pudiera elegir, porque era chico, y mi familia escuchaba mucho ese tipo de música. Recuerdo que mi alegría al llegar a la música fue escuchar a los Prisioneros estando feliz en mi casa, cuatro-cinco años, jugando con mi papá con cojines, fueron mis primeros disfrutes de la música, no sabía quiénes eran, pero me provocaba alegría estar jugando, saltando y escuchando esas canciones, me las sabia todas.  Ya estando en kinder me creía “Jorge González”, tenía un grupo con dos amigos más. Además, me regalaron una batería de juguete negra con un platillo, un bombo y una caja”.

IMG_6091 copiaAl pasar unos años existe un cambio de concepción sobre cómo sentía la música, tomando forma la primera noción de qué es música, dejando de lado el juego y  comienza una conciencia sobre lo que esto provoca en su pre adolescencia,  “me llamo mucho la atención el disco ser humano de Tiro de Gracia, iba en quinto básico y me acuerdo que me compré el cassette y un amigo tenía el CD que venía con un clavito, me gustaba mucho escucharlo, ese fue el primer disco que me gusto, además era una música que no conocía. De ahí empecé a escuchar a los Chancho en Piedra que despertó algo así como más de disfrutar. Y al primer concierto que quise ir solo fue al de Joe Vasconcellos y ahí quede como bacán, me acompaño mi tío que fue quien me empezó  a llevar a hartos conciertos y  ahí descubrí el shock de hacer música en vivo, me marco mucho ver alguien tocando y que me llegue lo que está haciendo, sentir una emoción, eso para mí fue mucho, me prendió mucho ir a ver música en vivo. En sexto básico hacia adelante empecé a ir a mucho concierto”.

IMG_6032 copia2En séptimo básico la madre de Camilo, viendo la inquietud por la música de su hijo,  le propone entrar a un taller de música y él acepta, sin tener un gusto en particular por algún instrumento musical, sólo como un pasatiempo, “dije ya y por ir a probar me metí a batería una vez  a la semana y me gusto mucho”. Al estar frente a la batería esto fue lo que le pasó: “nunca la había tocado, en la clase fue la primera vez, entre y había una niña cinco años menor que yo y tocaba, y dije chuta como no voy a tocar, no era que fuera mujer, sino porque era más chica. Me senté y no fue tan difícil, yo creo que el profe fue bien hábil en ese sentido”. No paso mucho tiempo de su primera clase cuando su profesor le comenta que  van a tocar una canción leída, “no me costó mucho aprender a leer.  Leer batería no es muy difícil musicalmente y saque un tema de Guns N´ Roses, nunca la había escuchado en mi vida, porque no era rockero, la fui tocando y me sorprendió la facilidad con que se pudo hacer,  viéndola como dibujada podía hacerlo y la toque y la saque y de ahi fui sacando mis propias canciones de Chancho en  Piedra y los Red Hot Chili Peppers.

IMG_6112 copiaCon este cargamento de emociones por lo qué es la música empieza a interactuar con amigos de colegio y surge su primera banda, “los mismos cabros más brigidos, quisieron que fuera a tocar con ellos. Esto fue a principios de octavo y ahí empezamos a tocar covers de Nirvana, Green Day que eran dificilísimo para mí porque era muy rápido, pero chamullaba como todos en esa época y ahí armamos nuestro primer grupo entre nosotros que duró hasta 1º medio y grabamos cositas así en la casa, hicimos canciones, pero era puro leseo, ocio y era jugar en el fondo y la pasábamos mortal”. Justo para armar esta banda Camilo quiso tener su primera bateria “junte plata de chico, de 4º básico, para cómprame un caballo, una de esas cosas que uno nunca iba a poder tener un caballo, juntaba los vueltos. Junte harta plata en cuatro años y empecé a tocar batería y cambie el caballo por la batería y me la compre en 8º básico”.

Llegamos a la parte de la entrevista en qué nos preguntamos qué significaba para un adolescente tener una bateria en ese momento, “la batería significaba fuerza, sentía que tenía como un poder, sentía que era como una ola, me transmitía una sensación de poder y  me sentía así también como que podía empoderarme de algo, sentía que era mucho más aplastante que decir cualquier cosa. Para mi significaba fuerza”

IMG_6132 copia¿Y en estos momentos lo que te transmite la batería? ..”ahora estoy medio peleado con la batería, le tengo mucho cariño al instrumento pero estoy en otra búsqueda y me produce como sentimientos encontrados como de amor de mi niñez,  pero también como no sé como describirlo porque no es culpa de ella, es culpa mía, sentí que no era mi voz propia, no es mi voz que yo estoy buscando” 

Camilo tiene la necesidad de conectarse de otra manera, en cuanto a lo instrumental, llegando a otras percusiones, pero ¿cómo fue ese cambio?, “llegue a esto por el trabajo que hice con Manuel García, eso es clave, mi investigación con el bombo y sobre todo del bombo  que es la raíz, para mi pulsación, fue a través del trabajo que hicimos en Témpera, fue mi primera participación en un disco profesional que grabé y que de alguna manera me abrió la mente de lo que era un disco y a investigar y a entender que podía tocar otras cosas, para mí fue genial , fue un aprendizaje autodidacta lo que vino después, a través de diferentes estudios con diferentes percusionistas, principalmente con Facundo Guevara, percusionista argentino, quien me llevo a otras sonoridades que tienen que ver con el cajón peruano,  ahí conocí ese ensamble, el ensamble de manera muy responsable y bella de estos instrumentos”.

IMG_6045 copia“Estoy en la búsqueda formal y estudiosa de encontrar esto que se puede denominar un poco como la voz propia del intérprete y del compositor también y en ese sentido el estudio de diferentes ramas de la percusión, para mí, no tiene que ver con una cosa de interpretación ni de habilidad, sino con un encuentro del habla propia y en eso es lo que estoy, a través del bombo, a través del cajón,   poder encontrar esa sonoridad. A mí me gustaría eso a través de mis raíces, de mi tierra de lo que se hace en el norte, de lo que se hace en el sur y en el centro entonces eso es como una búsqueda a nivel de percusión. Son muchos años que he estudiado y que me ha ligado a ese instrumento, algo tiene que nacer de ahí y que está naciendo que se está en constante creación. Y a aparte de eso me interesa sin duda poder armar y que estamos en eso, armar un proyecto propio que no sea yo como solista sino que una banda con compañeros para poder sacar un disco ojala el próximo año o canciones y renovar formas de hacer, me interesa mucho como poder generar en el medio musical formas alternativas de hacer música”.

Les dejamos un bello registro de un concierto de Manuel García del año 2011 en Teatro Caupolican, ahí podemos vibrar con la bateria acompañada por Camilo Morales.

 

//Fotografías por Eliana Saavedra// Entrevista por RØ //

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